Finalizada la Segunda Guerra Mundial, observamos que el derrumbe del totalitarismo ha abierto puertas para que Estados Unidos y Unión Soviética tomasen frente a la reorganización del escenario político internacional. Una primera demostración de la cisión entre esos dos bloques apareció en la propia ocupación de Alemania, cuando los dos países citados disputaron palmo a palmo el territorio germánico. Con la construcción del Muro de Berlín, presenciamos la materialización de esa disputa.
Más que dos naciones, Estados Unidos y la Unión Soviética representaron el antagonismo entre dos modos de organización de la sociedad, la economía y las relaciones políticas. Por lo tanto, la llamada Guerra Fría simbolizaba la confrontación de estas dos ideologías promovidas por el apoyo ideológico de los valores del orden capitalista y socialista. Además, cabe destacar que la Guerra Fría recibió su nombre porque hubo un enfrentamiento directo entre los soviéticos y los estadounidenses.
De hecho, durante todo este tiempo, la Guerra Fría se convirtió a través de la acción del gobierno por los líderes de cada bloque, cada uno interesado en exponer la hegemonía del sistema que defendió. De este modo, películas, carteles, textos y otras manifestaciones fueron vistos como una manera de publicitar la cosmovisión de cada uno de los bloques. Aunque significativas, tales manifestaciones culturales no cerraron la cuestión del desarrollo de la guerra fría.
Con el fin de mantener la hegemonía en su área de interés, los involucrados en la Guerra Fría establecer planes para asistencia financiera para ayudar a las naciones que sufrieron los efectos y las pérdidas a partir del desenlace de la II guerra mundial. Entre los estadounidenses, el plan Marshall determinó el envío de dinero a las naciones de Europa occidental y las Américas. Ya en la Unión Soviética, el Comecon estableció los mismos objetivos con los países integrados en el bloque socialista.
Además de estas características, los bloques de este sistema claramente bipolar se involucraron en asuntos políticos que estuvieron relacionados con la expansión y contracción del capitalismo o socialismo alrededor del mundo. Por lo tanto, la guerra fría se caracterizó por la intervención militar o la ayuda de ejércitos defendiendo el bloque que representa intereses ideológicos. La guerra de Corea, la Revolución China, la guerra de Vietnam y la revolución cubana se expone a la acción capitalista y socialista en tal situación.
En esas situaciones de conflicto indirecto, sucedía al mismo tiempo una competición tecnológica y armamentística que también demarcó el auge de esa disputa. El desarrollo de armas nucleares, el anuncio de nuevas tecnologías de destrucción, la mejora de armamento, la expansión de los ejércitos y la exploración del espacio figuraban en esa disputa entre bloques. Siendo así, la Guerra Fría determinó un gasto de cantidades exorbitantes.
Alrededor de los principios de 1970, observamos que esta tensión comenzó a debilitarse con la firma de acuerdos de establecimiento de la distensión de la carrera armamentista. Poco después, el colapso de la economía soviética determinó la realización de cambios estructurales en la economía de la gran nación socialista. Al final de la década de 1980, la crisis del socialismo soviético y la caída del muro de Berlín históricamente marcan la desintegración del bloque socialista y al final de la Guerra Fría.
