El agua es una sustancia líquida importante para los seres vivos y se encuentran dentro y fuera de los organismos. Consta de dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno (H2O) con una forma angular, estableciendo un contraste entre los lados, donde por un lado existe la formación de áreas positivas y por otro lado existe la formación de las áreas negativas.
Las moléculas de agua tienden a unirse a otras moléculas, pues estas sufren atracciones motivadas por las cargas eléctricas, lo que origina la formación de puentes de hidrógeno, sin embargo, no se unen a cualquier molécula, pues las moléculas apolares que son formadas por grasas, aceites y ceras no son solubles en agua.
El agua es considerada un líquido de disolución universal, pues en contacto con otras moléculas polares consigue envolverlas y separarlas, lo que también es posible con sales minerales. Por ese hecho, el agua presenta sales minerales en su composición que pueden ser bicarbonato, cloruro, sulfato, sodio, magnesio, potasio, flúor, hierro y calcio, que fueron disueltos por el agua al entrar en contacto con ella.