Quiénes somos, de dónde venimos, a qué venimos y para donde vamos son cuestiones que permean nuestra especie desde antiguas épocas, siendo retratados, incluso, en pinturas rupestres y en mitos clásicos.
Muchos filósofos y científicos han dedicado sus vidas a los estudios que buscaban entender algunos de estos temas o, al menos, traer respuestas apropiadas y que mejor confortasen nuestras mentes.
En la actualidad, la teoría científica del Big Bang es la que mejor contempla esas indagaciones sobre el origen del universo. Ella postula que el universo fue formado a partir de la explosión de un estado de masa concentrada muy denso y caliente y que permanece en constante expansión desde que tal evento se produjo.
En cuanto al origen de la vida, hace mucho tiempo se creía que todos los seres vivos se presentaron por la abiogénesis espontánea, es decir, de la materia prima. Esa teoría, poseía muchos adeptos, entre ellos Aristóteles, pero dejó de tener aceptación a mediados del siglo XIX, gracias a experimentos modernos como el de Redi, Joblot, Neddham, Spallanzani y Pasteur.
Con el derrocamiento de la abiogénesis del espectro científico, hubo dos nuevas explicaciones para la aparición de la vida en nuestro planeta y que, para muchos científicos, se complementan. Una de ellas, llamada de Teoría de Panspermia Cósmica, dice que la vida tuvo origen a partir de seres vivos y/o sustancias precursoras de la vida, oriundos de otras regiones del universo. La otra es la Teoría de la Evolución Química o Molecular, que postula que la vida surgió a partir del proceso de evolución química de compuestos inorgánicos, dando origen a moléculas orgánicas y, después, a las primeras y más simples formas de vida.
En la actualidad, la hipótesis más aceptada expresa que los primeros seres vivos eran autotróficos y no heterotróficos. Eso porque, para diversos estudiosos, no había moléculas orgánicas en cantidad suficiente para que los primeros seres vivos tuviesen condiciones de sobrevivir hasta que surgiera la nutrición autótrofa. Así, estos serían quimiolotoautotróficos, obteniendo energía de la oxidación de compuestos inorgánicos y el carbono a partir de la fijación del dióxido de carbono. Hoy, se cree que todos los seres vivientes surgieron a través de los procesos evolutivos de especies preexistentes y todavía están sujetos a transformaciones.