El arte rupestre es reconocido como una de las más antiguas manifestaciones estéticas del hombre a lo largo de su historia. El término rupestre viene del francés y significa ‘grabación’ o ‘trazado’, haciendo referencia directa a las técnicas empleadas en las pinturas que representan ese tipo de expresión artística. Encontrada generalmente en las paredes de las cavernas y en pequeñas esculturas, el arte rupestre tiene gran importancia en la búsqueda de informaciones sobre el cotidiano del hombre prehistórico.
Para algunos especialistas, el reconocimiento de estas pinturas como una especie de arte es bastante complicado, porque no siempre tenemos la completa certeza de que las pinturas tratan de algún sentido representativo o meramente estético. Además, muchas personas se equivocan al considerar que el arte rupestre se localiza únicamente en la Prehistoria. Estudios recientes comprueban que ese tipo de arte se desarrolló en diferentes periodos de la historia del hombre.
En la actualidad, algunas estadísticas indican que hay aproximadamente 400 mil sitios arqueológicos con arte rupestre del mundo. África, principalmente en el sur y el desierto del Sahara, concentra la mayor cantidad de pinturas y grabados de este tipo.
Las dificultades para reconocer e interpretar pinturas rupestres es un enorme reto para los arqueólogos, paleontólogos y otros especialistas involucrados con este tipo de investigación. Algunos creen que los registros realizados hace miles de años podrían indicar una forma de lenguaje desarrollado. Otras hipótesis levantan la posibilidad de que los diseños rupestres, principalmente encontrados en el interior de las cuevas, tendrían algún sentido religioso o ceremonial.
En líneas generales, podemos reconocer la presencia de varios temas siendo privilegiados en el interior de ese tipo de manifestación artística. En algunas pinturas, tenemos la producción de trazos, formas circulares y formas geométricas. Además, tenemos la repetitividad de impresiones que reproducen manos y pies humanos, así como las extremidades de diferentes animales. En otras expresiones artísticas del arte rupestre tenemos la representación del propio hombre, de animales y de escenas cotidianas sobre las actividades de los grupos prehistóricos.
Para realizar sus registros, el arte rupestre hace uso de una variedad de materiales y técnicas. Grabado generalmente en superficies rocosas, los autores hicieron uso de algún utensilio que orientase el diseño a ser realizado. Para fabricar la tinta, utilizaron el carbón, fragmentos de óxido de hierro, claras de huevo, agua y sangre. Además, ese arte también es desarrollado en diferentes momentos históricos que organizan sus más variadas vertientes.
Tomando como referencia la organización social del individuo, el arte rupestre puede ser fraccionado en cuatro grupos distintos: los cazadores-recolectores arcaicos, los cazadores evolucionados, los creadores de rebaños y las sociedades complejas. Desde un punto de vista temporal, se divide en el periodo levantino (6000 a.C. – 4000 a.C.) donde predominan situaciones cotidianas con gran movimiento y del arte esquemático (4000 a.C. – 1000 a.C.), tiempo en que las formas abstractas ganaron su espacio.
