Los sistemas atmosféricos son los componentes de la atmósfera. Ellos se encargan de proporcionar una dinámica que interactúa con todos los elementos que lo componen, además de los factores climáticos, que son responsables de la consolidación del tiempo (condición temporal sobre el cambio climático) y el clima (condiciones atmosféricas que conserva la misma composición sobre el clima de varios décadas y no cambia rápidamente), los componentes son: las masas de aire y frentes.
Las masas de aire son las porciones de la atmósfera que tiene su origen en regiones más homogéneas. Tienen un movimiento constante, cuando las masas se mueven pueden tomar las características climáticas de la región donde se originan, ya que se adaptan y van perdiendo parte de sus características originales.
Los frentes se corresponden con el choque de dos masas de aire con características diferentes, esto ocurre cuando las masas de aire interactúan. Es lo que sucede en el encuentro entre la masa de aire caliente con masas de aire frío, un hecho que puede provocar la lluvia.
La circulación y el movimiento de masas de aire que se derivan de varias presiones atmosféricas en el mundo pueden ser de alta presión (anticiclones) y de baja presión (ciclón).
Tipos de lluvia
Lluvias orográficas: sucede en razón de las condiciones de relieve que sirven como una barrera a las masas de aire y cuando se encuentran generan precipitaciones.
Lluvias de convección: Se produce en los días calurosos, con alta evaporación, que se eleva verticalmente. A una cierta altura, el aire se enfría causando las lluvias. Este tipo de precipitaciones se conocen como lluvias torrenciales, son rápidas y frecuentes en la Amazonia.
Lluvias frontales: Este tipo de lluvia viene del encuentro de los frentes, a saber, el choque entre una masa de aire caliente con una masa de aire frío.
La atmósfera es muy variable, pues en todo momento aparecen masas de aire en movimiento que interactúan unas con otras y se acaban. El dinamismo de la atmósfera puede ser comprobado cuando verificamos el cambio brusco de tiempo en poco tiempo como, por ejemplo, cuando amanece lloviendo, por la tarde hace sol, y por la noche lluvia y frío de nuevo.
