Los primeros síntomas del virus del Ébola son fiebre, dolor de cabeza, malestar general y fatiga, así que esta enfermedad puede confundirse fácilmente con una simple gripe o resfriado.
Después de 1 semana de desarrollo de la enfermedad se presentan otros síntomas de la infección con el virus de Ébola, como:
- Mareo por movimiento
- Dolor de garganta
- Tos
- Frecuentes vómitos, que pueden contener sangre
- Diarrea frecuente, que puede contener sangre
- Hemorragia interna, que se manifiesta a través de sangrado en los ojos, nariz, encías, oídos y partes íntimas.
- En la etapa más grave de la enfermedad pueden aparecer manchas y ampollas de sangre en la piel, en varios sitios del cuerpo.
Cuando hay sospecha de infección por virus Ébola, el individuo debe mantenerse bajo observación y su temperatura corporal debe evaluarse por lo menos cuatro veces al día durante 21 días consecutivos. Si durante este período presenta fiebre superior a 38,3 °C son precisas pruebas para confirmar la infección por virus Ébola.
Transmisión del virus del Ébola
El Ébola es una enfermedad altamente contagiosa que se transmite por el contacto con la sangre, orina, heces, vómito, semen y fluidos vaginales de personas infectadas, objetos contaminados y por el consumo, manipulación o contacto con fluidos de animales enfermos.
¿El Ébola tiene cura?
El Ébola es una enfermedad grave, sin embargo, no todos los pacientes mueren.
El tratamiento del virus del Ébola debe hacerse con el aislamiento en el hospital y, generalmente, consiste en aliviar los síntomas del paciente, mediante el uso de remedios para la fiebre, vómitos y dolor.
A pesar de ser una enfermedad grave, con elevada mortalidad, hay pacientes que han sido infectados con el virus Ébola y que fueron curados, haciéndolo inmune al virus del Ébola. Sin embargo aún no sabe exactamente cómo sucede esto.
Existen fármacos experimentales que han resultado eficaces en determinadas circunstancias, como el suero inmunológico Zmapp.
