Sine qua non es una expresión latina, originada del término legal ‘conditio sine qua non’ que quiere decir ‘sin lo cual no puede ser’. La frase se refiere a una acción que depende incondicionalmente de algo (un elemento u otra acción) para que ocurra. En otras palabras, puede ser definida como condición o acción que es fundamental, esencial, indispensable o imprescindible.
El término se utiliza en ambos sentidos, tanto como una jerga del ámbito legal, como en el vocabulario cotidiano (habiendo ganado popularidad en el lenguaje en los últimos años). Es también utilizada en las áreas de la economía, la teología, la filosofía y en las ciencias de la salud. Además del español, la locución latina de sine qua non es adoptada por varios idiomas en su forma original en latín, tales como el inglés, el francés, el italiano, el alemán y muchos otros idiomas.
En el área específica del Derecho penal, conditio sine qua non remite a la inexistencia de una condición que cualifique el crimen, es decir, si no hay conditio sine qua non, no existe lógica de causalidad y, consecuentemente, no hay cómo comprobar el delito. Según la legislación, el crimen solo sería imputable al responsable por su causa. Y ‘causa’ sería la acción u omisión indispensable para la ocurrencia del crimen.
La averiguación de esa lógica de causalidad, referida más comúnmente en el Derecho como nexo de causalidad, entre el comportamiento del agente (posible acusado) y su papel en el resultado de la acción (posible crimen) es hecha a partir del Procedimiento Hipotético de Eliminación. Tal recurso admite que es imposible que una causa sea extinta sin que interfiera en el resultado de la acción.
En la transición al español, la expresión conditio sine qua non sufrió una ligera adaptación en su significado procedente del latín clásico. Eso porque el término correcto para condición en latín es ‘condicio’. Conditio, a su vez, tiene el significado de fundación.
