Semana Santa corresponde a la ocasión en que se celebra la pasión de Cristo, su muerte y resurrección.
Jesucristo no aceptaba el tipo de vida que su pueblo llevaba, el gobierno cobraba altos impuestos, riquezas extremas para unos y pobre para el resto.
Al llegar a Jerusalén, fue aclamado por el pueblo como el Mesías, el Rey, pero los romanos no creían que él era el hijo de Dios, pusieron en duda sus sabias enseñanzas y su propósito de salvar a la humanidad. Entonces, comenzaron a perseguirlo.
Jesús era consciente de todo lo que pasaba, de la peregrinación que lo llevaría a la muerte. Invitó, a continuación, a doce hombres a quienes llamó a sus discípulos para llevar sus enseñanzas a la gente.
Sin embargo, Judas Iscariote, uno de los apóstoles, también dudaba de que fuera un enviado de Dios y le traicionó ayudando a su captura por parte de los guardias romanos.
En seguida, hicieron a Jesús pasar por lo sagrado, amarrado a su cruz, cargando por un largo tramo, siendo torturado y recibiendo burlas hasta la crucifixión y muerte.
En el año 325 d.C., el Concilio de Nicea, presidido por el emperador Constantino y organizado por el Papa Silvestre I, construyó y consolidó la doctrina de la Iglesia Católica, la elección de los libros sagrados y las fechas religiosas. También se decidió que la Pascua se celebrara durante una semana (Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección). Existen relatos de las celebraciones de los últimos días de Cristo desde poco después de su muerte. Sin embargo, celebraban únicamente dos días (Sábado Santo y Domingo de Resurrección). En este consejo religioso también se aprobó el catolicismo como la religión oficial del Imperio Romano.
Cada día de la celebración se hace referencia a un evento: la entrada del Domingo de Ramos se refiere al Rey, el Mesías, la ciudad de Jerusalén para celebrar la Pascua; el lunes siguiente fue el día en que María ungió a Cristo; el martes fue el día en que la higuera fue maldita; el miércoles se conoce como el día de la oscuridad; el jueves fue la última cena con su apóstoles, más conocido como el Séder de Pésaj; el viernes fue el día de su sufrimiento, su crucifixión; el sábado se conoce como el día de oración y ayuno, donde los cristianos lloran la muerte de Jesús; por último, el Domingo de Pascua, es el día en que la humanidad se ha elevado y se llena de esperanza sobre la vida eterna.
