El Señor de las Moscas (Reseña)

Un grupo de jóvenes tratando de construir una civilización en una isla tropical desierta y el proyecto termina en sangre y terror, según la definición del propio autor. En esta distopía, publicada en 1954, tras la negativa de veintiuna casas editoriales, Golding desarrolla una visión pesimista del hombre que lleva la marca del nazismo, del estalinismo y del horror de la guerra mundial atómica. Golding ganó el Premio Nobel en 1983 por sus contribuciones literarias.

Síntesis

Cae un avión lleno de niños y adolescentes en una isla desierta. Los jóvenes sobreviven y poco a poco empiezan a reunir a un grupo grande. En una asamblea improvisada, los chicos designan un líder. Lejos de los códigos que rigen la sociedad de los adultos, estos niños tendrán que inventar una nueva civilización, basada exclusivamente en los recursos naturales de la isla y en sus propias fantasías.

Hasta entonces esta novela inglesa de William Golding podría leerse como aventura infanto-juvenil simple, llena de cazas, baños de mar y, al final, el descubrimiento de un tesoro escondido por los piratas. Pero no es lo que sucede. A pesar de los esfuerzos iniciales de organizar una sociedad autosuficiente y equilibrada, el bando va progresivamente cediendo ala vida de los instintos, una regresión a los impulsos de la violencia y la muerte. La disputa por el poder es uno de los detonantes del desorden. Es el paraíso del noble salvaje que acaba convertido en carnicería.

Redefiniendo el clásico Robinson Crusoe, de Daniel Defoe, en que un único individuo conseguía imponer a la civilización al estado de naturaleza, Golding expresa en esta novela su incredulidad en la bondad innata de los hombres y en su capacidad de crear un mundo mejor.

Lanzado en 1954, menos de una década después de los campos de concentración nazis y la bomba de Hiroshima, la obra carga ese destino ya en el título: Señor de las Moscas es la traducción literal de la palabra hebrea Ba’al Zebub (traducido como Belcebú) que en la literatura cristiana corresponde al Príncipe de los demonios.