El Diario de Ana Frank (Reseña)

El diario de Anne era un regalo para su decimotercer cumpleaños, el 12 de junio de 1942. Anne lo nombró de Kitty y en él pasó a contar todo lo que sucedía a su alrededor.

Ana Frank y su familia eran judíos y como estaban inmersos en una guerra, recibió un trato diferente: habían de llevar una estrella amarilla en su ropa, ir de compras a las tiendas judías, sólo frecuentar lugares propiedad de judíos. Además, para desplazarse, no podían montar un tranvía o cualquier otro vehículo salvo la bicicleta y tenía que estudiar en escuelas especiales para los judíos.

Algún tiempo después, vino una noticia que cambiaría para siempre la vida de Anne y su familia. Su hermana Margo había sido convocada para la guerra. Con eso, tuvieron que partir en dirección a lo desconocido: tuvieron que emigrar hacia un escondrijo en el anexo secreto de la empresa donde el padre de Anne trabajaba. Junto con la familia Frank, se encontraba también la familia Van Daan (Peter, Sr. Van Daan, y Petronella).

Quienes ayudaron a los identificados como forajidos eran Bep, Miep, Kugler y el señor Voskujil, que proveían alimento y otros materiales necesarios para subsistir.

Después de mucho pensar, decidieron que sería añadido un octavo huésped al anexo y fue decidido que ese huésped sería el dentista Albert Dussel, instalado en el cuarto de Anne.

Anne a veces se sentía muy triste y solitario confinada en aquel lugar, ella discutía con su madre y tiene una problemática coexistencia con los residentes. Muchas fueron las disputas y discusiones en el anexo: los Frank con los Van Daan, Anne con su madre, Van Daan con Dussel, etcétera.

En marzo de 1943 vivieron un momento de tensión: una persona había entrado en la compañía en alrededor de las 8 horas y pensaron que era un ladrón, afortunadamente no lo fue.

En aquel lúgubre lugar, el señor Voskuijl estaba muy enfermo y había sido diagnosticada con cáncer.

Poco después, Anne completaría 14 años y recibió un poema de su padre, y docenas de libros de otros huéspedes.

Mientras, en el exterior, el norte de Amsterdam fue destruido generando más de 200 muertos y muchos heridos. Después de todo lo esperado, finalmente llegaron buenas noticias: Mussolini había renunciado al poder en Italia.

Anne tuvo un sueño con la imagen de su amiga Hanelli sufriendo en los campos de concentración, sintió pena, culpa y mandó a Dios a protegerla. Ella veía en Hanne la figura de todos los otros judíos, que sufrieron por su condición de ser judíos.

Durante diciembre llegó el día de San Nicolás y los fugitivos hicieron un pastel con la frase Paz en 1944 de Mep, Bep y Kleiman, Kugler.

La coexistencia con los Van Daan era cada vez más difícil, puesto que escondían comida, no compartían y consumían más que otros.

Anne tuvo un cambio en su vida, pues pasó a comprender y tener más sabiduría. Anne comienza a buscar la compañía de Peter y empieza a comprenderlo. Ella subía diariamente al sótano de Peter y comienza a desarrollar un sentimiento mayor que la amistad, un tipo de amor.

El 11 de abril de 1944, el anexo enfrentó una nueva aventura: Peter, Dussel, Sr. Van Daan y Pim (apellido de Otto), descendieron para verificar alguna cosa, justamente en el momento en que una pareja pasa e ilumina todo con una linterna. Después de eso, subieron rápidamente y percibieron que alguien intentaba derribar la puerta, felizmente se marcha, aunque los escondidos permanecen asustados hasta la mañana siguiente, cuando el señor Kleiman regresa. Tras su llegada, él reprende a sus huéspedes y les prohíbe bajar durante la noche.

Anne cuenta todo sobre ella y Peter a su padre (Pim), que cree mejor que ellos se aparten, pues esa historia podría convertirse en un romance. Sin embargo, Anne sigue visitando a Peter y todavía escribe una carta muy dura a su padre. Después, Anne percibe que se equivocó siendo demasiado dura con su padre y le pide disculpas.

Conforme pasa el tiempo, el país se convirtió en un lugar cada vez más antisemita, incluso aquellos que eran buenos ya no lo fueron tanto. Esto provoca miedo y preocupación Anne y los otros huéspedes.

Anne en mayo de 1944 había sufrido una recaída de mal humor, triste, desesperanza, debido a varios motivos: el proveedor de alimentos había sido arrestado, el antisemitismo era extrema, la dieta era deficiente, había estrés a su alrededor, la falta de libertad, el miedo, la soledad eran parte de su día a día.

Anne retorna a la normalidad y comienzas a creer que el fin de la guerra está cerca, porque una general de la nobleza alemana había intentado asesinar a Hitler.

El diario de Anne terminó el 01 de agosto de 1944, tres días antes de que agentes de la Gestapo invadieran el lugar y enviasen a a los ‘forajidos’ junto con Kugler y Kleiman a campos de concentración.

Anne murió en marzo de 1945 en Bergen-Belsen.