La República (en griego:. Πολιτεία, traducción política) es un diálogo socrático escrito por Platón, filósofo griego del siglo IV a.C. Todo el diálogo se narra en primera persona, desde la perspectiva Sócrates. El tema central de la obra es la justicia.
Organización de La República
El diálogo es organizado en 12 secciones organizadas en un prólogo, una introducción, tres partes, una conclusión y un epílogo.
La parte I se basa en el paradigma de las ciudades-estado hablando de su origen, educación, constitución y justicia.
La parte II se refiere a la encarnación del paradigma hablando de la idea del bien, la educación de los filósofos, el gobierno de los filósofos y la unidad somática de la ciudad.
La parte III se orienta al declive las ciudades-estado.
Explicación de La República
El orden es una ciudad incorporada en la realidad histórica de la idea del bien, el “agathon”. La fusión debe llevarse a cabo por la persona que contempla la “agathon” y deje que su conciencia sea ordenada por la visión del filósofo. En la parte central del diálogo, Platón se refiere al gobierno de los filósofos y la visión del bien con la famosa alegoría de la caverna.
La sección central está precedida y seguida de un debate sobre los medios para garantizar la propia sustancia fisiológica y anímica adecuada a una ciudad bien ordenada. La segunda parte trata con el matrimonio, la comunidad de bienes entre las mujeres y los niños y los guardianes de las restricciones de la guerra entre los griegos. También se refiere a la educación filosófica de los gobernantes para preservar el orden en la existencia.
Las tres partes se encuentra enmarcadas por una introducción y una conclusión. El debate se produce sobre cuestión de si la justicia es mejor que la injusticia, o si el hombre injusto tendrá una vida como la del hombre justo. Después de un prolongado debate y pregunta sobre el orden correcto, la respuesta concluyente es que la justicia es preferible a la corrupción.
La República utiliza un argumento dialéctico. El pensamiento dialéctico se caracteriza por comprender la realidad a la luz de las posiciones contradictorias, una de las cuales resulta ser entendida como verdadera y la otra falsa. La imagen correspondiente es la de la confrontación entre luz, sol, claridad y cuevas, oscuridad y caverna. La dialéctica ascendente presenta la idea por una rivalidad con los puntos de partida empíricos. La dialéctica descendente verifica la corrupción de la idea debido a su incorporación en una situación empírica. Es interesante notar como las ideas del libro han influenciado a los autores posteriores de la Grecia antigua.