Recibe de los historiadores el nombre de República de Weimar el estado alemán surgido al final de la Primera Guerra Mundial, y que dura toda la década de 1920, terminando en 1933, con la instalación de la llamada Alemania nazi. En realidad, el nombre oficial del estado alemán, desde su fundación en 1871 hasta 1933 es Deutsches Reich (reino alemán, en traducción libre). Es curioso notar que, desde 1919 hasta hoy, Alemania en sus varias formas siempre permaneció como una república (sea llamada República de Weimar, Alemania bajo el dominio nazi, las dos Alemanias del periodo de la Guerra Fría o el actual estado unificado).
El término República de Weimar nace del hecho de que la Constitución de la entonces naciente república alemana se celebró en la ciudad de Weimar, en Turingia, el 11 de agosto de 1919. En sustitución al káiser Guillermo II, que renunciaría después de la derrota militar, sube al poder Friedrich Ebert, del Partido Social Demócrata, que tiene como primera gran tarea impedir que Alemania no se fragmente, en medio de las varias revueltas locales. En aquel nuevo país, hay entre el pueblo sentimientos de rebeldía, desánimo, desesperación y desilusión provocados por las exigencias de compensación hechas por los países victoriosos en la Gran Guerra y la consecuente crisis económica, social y política causada por tales reveses y por la crisis internacional con el Crack bursátil de 1929.
Alemania perderá todo su imperio ultramarino en África, Asia y Oceanía, partes de su propio territorio y quedará impedido para reconstruir su fuerza militar armada. Además, tendrá importantes recursos económicos sustraídos, como las minas de la región del Ruhr y todavía será forzado a pagar deudas de una cantidad elevada, que por eso mismo permanecerán sin ser quitadas. Para empeorar la situación, una crisis económica sin precedentes explota a mediados de los años 20, resultando en un escenario de hiperinflación. Un simple bote de mantequilla llega a costar una indecencia de marcos, y el papel moneda serviría de combustible para calentar las casas en el inverno, o todavía como material para la fabricación de cometas por los niños.
Poco a poco, los poderes económicos se dan cuenta del vacío causado en la economía mundial debido a la manutención de una Alemania debilitada. Del mismo modo, es visto con recelo la gradual aproximación entre Alemania y la Unión Soviética, dos estados parias buscando cooperación. La percepción de este escenario hace que las sanciones a Alemania sean suavizadas, permitiendo una relativa recuperación. Ya en este periodo, el segundo presidente del periodo en tomar posesión, veterano de guerra, el mariscal Paul von Hindenburg, respetado por toda la clase política alemana.
La República de Weimar llegará a su fin debido a la radicalización de la escena política alemana, que presionaba un régimen basado en el equilibrio de las diferentes fuerzas ideológicas. A pesar de los problemas sociales y económicos, el periodo en Alemania fue también de intensa creación artística, en el cine, en las artes visuales, en el teatro y en la música, destacando nombres como Murnau, Fritz Lang, Bertolt Brecht, George Grosz, entre otros.
