Reina de Saba, personaje bíblico, que además pertenece a la tradición islámica con el nombre de Bilqis y que conforme una leyenda etíope fundó la primera dinastía real como Makeda, cónyuge del monarca Salomón. El libro de los Reyes de la Biblia (I Reyes:10) expresa su visita a la corte de Salomón, en Jerusalén, con una caravana de camellos cargados de especias, oro y gemas, movida por el deseo de impresionar al monarca con su riqueza. Incluso así, la fama de la corte de Salomón la abrumó, atribuyendo su prosperidad y la de sus vasallos al dios hebreo Yahvé. La reina acosó a Salomón con cuestiones complejas (que no aparecen citadas) y quedó sorprendida ante el conocimiento revelado por sus respuestas. Si la reina de Saba (una región que suele situarse al suroeste, y a veces al norte de Arabia) fue un personaje histórico, lo más probable es que hiciera el largo viaje a Jerusalén por razones diplomáticas y comerciales más que por curiosidad. La prosperidad de Israel se atribuye a la expansión del comercio, especialmente de metales, gracias al control de las rutas comerciales por tierra de Saba hacia el norte.
Una de las leyendas árabes en la que aparece como Bilqis expresa cómo los espíritus guardianes de Salomón, para que no se enamorara de ella, le dijeron que la exótica reina tenía las piernas velludas y pezuñas de burro. Cuando Bilqis se acercó al sitial del monarca confundió con agua el suelo transparente de cristal y se levantó el vestido revelando sus piernas efectivamente velludas.