Verdad es verde, y quien la dice, se pierde, (La)
Asi le ocurrio en tiempos -cuentan- a Llerena, extremeño de Burguillos, quien luego de asesinar a su esposa, confeso de plano el crimen, pero en lugar de obtener clemencia, como esperaba, acabo por perecer en el cadalso. De entonces data el escarmentado dicho: Por decir la verdad ahorcaron a Llerena..