Libro prestado, libro perdido.
Porque no suele retornar a su dueño. Hay otro refran rimado, que abunda expresivamente en la advertencia: No prestes libro o caballo, ni la mujer ni el relo, que los pierdes de seguro o te nace un cornalon.
Libro prestado, libro perdido.
Porque no suele retornar a su dueño. Hay otro refran rimado, que abunda expresivamente en la advertencia: No prestes libro o caballo, ni la mujer ni el relo, que los pierdes de seguro o te nace un cornalon.