Fruta prohibida, mas apetecida. Tal e…

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    Fruta prohibida, mas apetecida.
    Tal es -segun el refran- el eterno mecanismo de la seduccion desde los dias del paraiso terrenal. Lo decia una vez agudisimamente cierta ingeniosa y perversa dama, mientras tomaba con deleite un sorbete de frutas: Que riquisimo esta Lastima que no sea pecado..