¿Cómo fueron las reformas de Dracón y Solón? Dracón de Tesalia fue un personaje semítico, a quien la tradición atribuyó el primer código de leyes escritas de Grecia, el Código de Dracón. El pueblo luchaba por esas leyes escritas para no quedar a merced de las resoluciones de los eupátridas; su situación, sin embargo, no se alteró, porque las leyes eran extremadamente rígidas y castigaban con la muerte los crímenes contra la propiedad.
En el 594 a.C., Solón fue nombrado primer arconte, quedando encargado de promover reformas políticas. Los detalles de las reformas de Solón son controvertidos, porque las propias fuentes griegas no concuerdan ente sí. Sin embargo, el principio básico era que los más importantes derechos y privilegios de la ciudadanía ateniense ya no dependían más de los lazos de parentesco y del nacimiento, sino de la renta de la propiedad territorial. Solón estableció una división censitaria de la sociedad fundamentada en la riqueza individual, que se limitaba a los ciudadanos. Ellos fueron separados en cuatro categorías: la primera, pertenecían a los ciudadanos que obtenían en sus tierras la renta mínima de 500 medimnos (clase conocida como pentacosiomedimnos); la segunda, los que alcanzaban con sus rentas 300 medimnos (hippeis); en la tercera categoría, aquellos con una renta mínima de 200 medimnos podían comprar una junta de bueyes, llamados de zeugitas (zeugitai); la cuarta categoría asignada para aquellos por debajo de 200 medimnos, formada por los tetes (thetes).
El resto de la población, formada por médicos (extranjeros), esclavos y mujeres, era excluida de la ciudadanía. Los cargos gubernamentales fueron distribuidos censitariamente. Las funciones más importantes eran destinadas a las dos clases con renta más elevada, los puestos administrativos más bajos a la tercera categoría y los tetes tenían derecho a un voto en la Asamblea de los Ciudadanos. Los ciudadanos más pobres pudieron, así, participar de la asamblea y de los tribunales, y el monopolio del poder político por la aristocracia fue contenido, aunque no fuese contestada a base de ese poder, la propiedad de la tierra.
Solón también abolió la esclavitud por deudas, canceló las hipotecas sobre las propiedades y limitó la extensión de tierras que un ciudadano podía poseer. Las reformas de Solón permanecieron como ley fundamental de Atenas por casi un siglo, incluso no habiendo agradado ni a la aristocracia ni a los ciudadanos más pobres. La lucha de clases se agudizó y Pisístrato, general ateniense, tomó el poder en el 560 a.C., con el apoyo de los pequeños propietarios. Se inició entonces el periodo de las tiranías, cuando los nuevos grupos dominantes, para mantener su poder, emprendieron reformas más radicales.
