Martin Lutero fue profesor de teología en el orden de los agustinos que vivió en la ciudad de Wittenberg, en la región del Sacro Imperio Germánico. Durante sus estudios, se vio fuertemente influenciado por las obras de Jan Hus, San Pablo y San Agustín.
En esa trayectoria de estudios teológicos, Lutero terminó formulando un conjunto de ideas que iban contra muchos de los principios establecidos por la Iglesia Romana. En el año de 1517, insatisfechos con la situación de la iglesia de su época, publicó en la puerta de la catedral de Wittenberg sus 95 tesis. Entre otros puntos establecidos por ese documento, Lutero criticó la venta de indulgencias y la negociación de cargos eclesiástico hechas por la Santa Iglesia. Además, Lutero estipuló una nueva forma de relación religiosa donde, entre otros asuntos, se afirmaba que el individuo acabaría teniendo gran fuerza en el interior del Sacro Imperio Germánico. Entre la nobleza había una gran tendencia de la oposición en contra del poder eclesiástico.
El Sacro Imperio fue controlado a través de un proceso electivo entre los principales terratenientes de la región. La iglesia, siendo una gran propietaria de tierras, tenía relevante poder de interferencia en los asuntos políticos del Sacro Imperio. Esta cuestión del poder político de los clérigos influía en diferentes grupos sociales de la época. Los nobles tenían interés en conseguir las tierras de la iglesia. Al mismo tiempo, la burguesía local trató de reducir los pagos de impuestos por clérigos. La clase campesina también vio en este episodio de confrontación una gran oportunidad para revertir su escasez y la subordinación, a menudo profundizada o legitimada por el discurso de la iglesia y la Santísima Trinidad. Por coincidencia, la publicación de las ideas de Lutero pasó durante el mismo período en el cual el Papa León X llevó a cabo la venta de las indulgencias. Según un documento de la Santa Sede, todos los fieles que contribuían en la construcción de la Catedral de San Pedro tendrían todos tus pecados perdonados. Lutero, motivado por este ejemplo flagrante de la avaricia entre clérigos, no se inclinó por la exigencia de retractación impuesta por los líderes de la iglesia hacia sus ideales.
En el año 1520, Martin Lutero fue excomulgado y luego juzgado por una reunión entre los príncipes alemanes durante la Dieta de Worms (en alemán: Wormser Reichstag; 1521). La oposición de los miembros religiosos tenía la resistencia de gran parte de los príncipes alemanes, que se refugiaron a Lutero en el castillo de Wartburg. Durante este período, el monje excomulgado se dedicó a la producción de nobles trabajos teológicos y la traducción de la Biblia al idioma alemán. La diferencia de intereses detrás de la nueva fe predicada por Lutero fue percibida cuando un gran número de campesinos comenzaron a invadir tierras y destruir las iglesias. Los rebeldes, también conocido como anabaptistas, comenzaron a llevar a cabo una revolución social que amenazaba a los intereses de la nobleza alemana.
Martin Lutero no dio apoyo al movimiento popular y defendió el derecho de propiedad de los nobles y el clero. La tensión comenzó a revertirse cuando, en 1530, Martin Lutero y el reformador religioso Philip Melanchthon habían establecido los principios de la religión luterana. En esta carta, reafirmó el principio de la salvación por la fe y afirmó que la Biblia era la única fuente de consulta para el establecimiento de dogmas. La nueva iglesia se compondría de dirigentes sin distinción jerárquica y no tendrían que cumplir con un voto de castidad. Después de fundar los principios eclesiásticos del luteranismo, el tema del conflicto social llegó a ser resuelto años más tarde. En el año 1555, los nobles convertidos al luteranismo firmaron la Paz de Augsburgo. El documento decretó que cada uno de los príncipes alemanes tenía la libertad de seguir cualquier opción religiosa. Finalmente, los conflictos disminuyeron y una nueva creencia tuvo sus raíces en Europa.
