Como sabemos, la Tierra tiene su propia energía nativa, y tiene como prueba fehaciente fenómenos como los volcanes y los terremotos. Esa misma energía puede ser conducida para colocar en funcionamiento generadores de electricidad y para calentamiento de casas.
La energía geotérmica se produce cuando el agua subterránea se calienta al pasar por una región de rocas debajo de la superficie caliente (reserva de calor). El agua caliente o el vapor que resulta del proceso es llevada a la superficie por los agujeros hechos especialmente para este propósito. Este proceso puede ser natural o puede ser introducido artificialmente.
Ya existen varios países que utilizan este tipo de energía para producir electricidad. El problema con este tipo de energía es su ubicación, pues no todos pueden disfrutar de esta característica. Otro problema a resaltar es que puede suceder la subsistencia del suelo en esas regiones donde se retira el agua para la producción energética en el futuro, pero también es muy bien recibida ya que no contamina y es positiva para evitar la dependencia de otros recursos energéticos más limitados en disponibilidad.
El uso directo del calor existente dentro de la tierra en las regiones volcánicas, se ha hecho desde hace muchos años. El uso de aguas calientes en fuentes termales se remonta a las civilizaciones etrusco-romanas. También el uso de la energía geotérmica para cocinar se ha hecho desde hace algún tiempo en determinadas regiones.
La energía de los materiales en fusión en el interior de la Tierra, puede ser igualmente empleada, constituyendo así otro tipo de energía alternativa. En países como Estados Unidos, Islandia o Italia han sido construidas centrales geotérmicas orientadas a la explotación de la energía geotérmica y su conversión en energía eléctrica, previniendo así el recurso a los combustibles fósiles (energías no renovables) y evitando la emisión de gases contaminantes asociados al uso de éstos últimos.
En muchas plantas de energía geotérmica observamos la emisión de un vapor blanco. Sin embargo, es sólo vapor de agua y no cualquier otro gas derivado de la combustión de petróleo o carbón como ocurre en las centrales eléctricas.
Este tipo de energía contribuye a la diversificación de energías alternativas y ahorro de fuentes no renovables, y por lo tanto es ampliamente utilizado en varios países. Se estima que en la actualidad este tipo de núcleo satisface las necesidades energéticas de alrededor de 60 millones de personas en 21 países distintos.
En Reykjavik, la capital de Islandia, cerca del 95% de los hogares se calientan por este proceso y por lo tanto es considerada como una de las ciudades menos contaminadas del mundo.
Ventajas y desventajas
Casi toda el agua geotérmica que fluye contiene gases disueltos, y estos gases se envían a la planta de generación de energía junto con el vapor de agua. En una forma u otra, estos gases terminan en la atmósfera. Sin embargo, la descarga de vapor de agua y el CO2 no representan una escala significativa de peligrosidad.
Por otra parte, el olor desagradable, la naturaleza corrosiva, y las propiedades nocivas del ácido sulfhídrico (H2S) son causas de preocupación. En los casos en que la concentración de sulfuro de hidrógeno (H2S) es relativamente baja, el olor del gas provoca náuseas. En altas concentraciones puede causar serios problemas de salud e incluso la muerte por asfixia.
También es importante que el agua llegada del interior terrestre tenga el tratamiento y los análisis adecuados, pues podrían contener minerales nocivos para la salud. No debe ocurrir simplemente su volcado en ríos locales, de modo que no impacte directamente sobre la fauna de la región.
Cuando una gran cantidad de líquido acuoso se toma de la Tierra, siempre existe la posibilidad de subsistencia en la superficie. El ejemplo más dramático de este tipo de problemas en una planta de energía geotérmica se encuentra en Wairakei, Nueva Zelanda. El nivel de la superficie se hundió 14 metros entre 1950 y 1997 y está deformando a una tasa de 0,22 metros por año, después de alcanzar una tasa de 0,48 metros por año a mediados de los años 70. Se piensa que el problema podría ser atenuado con la reinserción de agua en el local.
También existe el inconveniente de la contaminación acústica que aflige todos los residentes de la zona para la ubicación de la instalación de la planta, pues, para la perforación del pozo es necesario el uso de maquinarias semejantes a las utilizadas en la perforación de pozos de petróleo.