La energía eólica es la energía procedente del viento. El viento viene del término latino aeolicus perteneciente o relacionado con Eolo, dios de los vientos en la mitología griega y, por tanto, perteneciente o relativo al viento.
La energía eólica es la energía generada por el viento. Empleado desde hace años en forma de molinos de viento, puede ser aprovechado por los modernos aerogeneradores o el molinete tradicional.
La energía cinética resultante de desplazamiento de las masas de aire puede ser convertida en energía mecánica o energía eléctrica. Para la producción de electricidad a gran escala, es necesario que en las regiones haya una velocidad media del viento de 6 metros por segundo o superior.
Otra limitación en la energía eólica es la cuestión del espacio físico, ya que las turbinas de viento son instalaciones mecánicas grandes y ocupan grandes extensiones. Sin embargo, su impacto ambiental es mínimo, tanto en términos de ruido como en daños al ecosistema.
La conversión en electricidad
En la actualidad se utiliza la energía eólica para mover aerogeneradores de gran tamaño colocados en lugares de mucho viento. Estas turbinas presentan la forma de un molino. El movimiento, a través de un generador, desencadena energía eléctrica. Pueden agruparse en parques eólicos, concentraciones de aerogeneradores, necesarios para que la producción de energía se vuelva rentable, pero pueden ser usados aisladamente, para alimentar zonas remotas y distantes de la red de emisión. Es posible, además, el uso de aerogeneradores de baja tensión cuando existan requisitos mínimos de energía eléctrica en términos de potencia.
La energía eólica es considerada una de las fuentes naturales más prometedores de la energía, sobre todo porque es renovable, es decir, no se agota. Además, la turbina de viento puede ser utilizada tanto en relación con las redes eléctricas como en lugares aislados.
En 2005 la capacidad mundial de generación de electricidad a través de la energía eólica fue de aproximadamente 59 gigavatios, lo suficiente para abastecer las necesidades básicas de un país – aunque esto representa menos del 1% del consumo energético mundial.
En algunos países la electricidad generada a partir del viento representa una porción significativa de la demanda. En Dinamarca, la energía eólica representa el 23% de la producción, el 6% en Alemania y aproximadamente un 8% en España. A nivel mundial, las generación de energía eólica se ha cuadriplicado entre 1999 y 2005.
La energía eólica es renovable, limpia, con amplia distribución a nivel mundial, y se utiliza para reemplazar las fuentes de combustibles fósiles ayudando a reducir el efecto invernadero.