A continuación señalamos algunas razones para el consumo de los productos orgánicos – aquellos productos cultivados sin el uso de agrotóxicos y agroquímicos.
Su sabor es mejor – el sabor es personal, aunque existen ciertos criterios determinados por ‘degustadores’ que afirman que los alimentos orgánicos poseen más ‘gusto’ que los alimentos producidos por el sistema convencional.
Es más saludable – los productos orgánicos crecen sin pesticidas y fertilizantes químicos sintetizados artificialmente. Muchas personas poseen hábitos de descascar la zanahoria para la preparación de una ensalada, debido a la posibilidad de ingestión de pesticidas presentes en su cáscara. Escogiendo los productos orgánicos, el consumidor puede disfrutar en la totalidad las frutas y vegetales sin la preocupación con el consumo de pesticidas.
Son productos libres de organismos genéticamente modificados – la práctica de la ingeniería genética crea nuevas formas artificiales de vida que no presentan un desarrollo natural. Este proceso pretende extraer e injertar genes de una especie a otra, para crear nuevos tipos de cultivos y animales, objetivando así una mejor productividad y cosecha. El asunto es polémico y nadie puede afirmar categóricamente sobre los efectos de los alimentos transgénicos en quienes los consumen.
En armonía con el medio ambiente – el producto orgánico sigue una cultura respetuosa ecológicamente. Fertilizantes artificiales y pesticidas son llevados a los ríos, lagos y aguas subterráneas a través de las lluvias y/o irrigación. Trazos de pesticidas son encontrados en peces, ganado y otros animales que se nutren de estas aguas.
Es una agricultura sostenible – en la década de 1990 fue bien difundida la cultura de usar hasta agotar. En una granja orgánica las generaciones futuras pueden disfrutar de la tierra y sus beneficios, pues este tipo de cultura nutre el suelo, alimentándolo naturalmente con productos originados del compostaje y estiércoles.
Es más nutritivo – los alimentos frescos orgánicos normalmente poseen menor cantidad de agua en su composición en comparación con los alimentos convencionales (aproximadamente 20% menos). Esto significa que los nutrientes están más concentrados. Así como el contenido de azúcar, razón del sabor más endulzado de los vegetales orgánicos. Producciones orgánicas tienden a tener mayores niveles de vitaminas, como en tomates orgánicos, que contienen 23% más de vitamina A que los convencionales.
Es importante señalar que el hecho de ser alimentos orgánicos no elimina la necesidad de lavarlos y desinfectarlos, pues etapas como la irrigación de agua, contacto con la tierra, manoseo humano y transporte pueden influir y son fuentes naturales de contaminación.