Al observar la región del espectro electromagnético, veremos una región conocida como ultravioleta, que incluye las longitudes de onda que van de 4×10-7 m a 6×10-10 m. Una fuente muy importante de ondas ultravioleta es el sol. Esas ondas son la principal causa de bronceado y de quemaduras.
Los átomos contenidos en el electrón absorben la mayor parte de las ondas ultravioletas procedentes del sol. Eso resulta de gran importancia, pues las ondas ultravioleta, en gran cantidad, tienen efectos dañinos sobre los seres humanos. Un importante componente de la electrosfera es el ozono, que resulta de las reacciones del oxígeno con la radiación ultravioleta. Esa capa o escudo de ozono convierte la letal radiación ultravioleta de alta energía en radiación infrarroja inofensiva.
Si cualquier microorganismo absorbe la radiación ultravioleta en exceso, puede ser destruido debido a las reacciones químicas producidas por la ionización y la separación de las moléculas. Por lo tanto, los rayos ultravioletas se utilizan en algunas aplicaciones médicas y procesos de esterilización.
Esquema de la radiación
Rayos X
Los rayos X son ondas electromagnéticas con longitudes de onda en el intervalo de aproximadamente 10-13 m a 10-8 m. La fuente de rayos X más común es la aceleración de electrones de alta energía bombardeando un objetivo de metal. Los rayos X son usados como herramienta de diagnóstico en la medicina y como tratamiento para determinadas formas de cáncer.
Debemos evitar la exposición innecesaria a los rayos X, pues ellos pueden dañar o incluso destruir tejidos vivos y organismos. Los rayos X también son usados en el estudio que envuelve las estructuras cristalinas. Las longitudes de onda de esos rayos son compatibles con las distancias de separación atómicas, es decir, distancias iguales a 10-10 m. Cabe recordar que un buen instrumento de rayos X tiene sus haces colimados de manera que ninguna otra estructura, además de la que necesita ser estudiada, sea alcanzada por la radiación.