Ra es el dios egipcio del Sol siendo la principal deidad de la religión egipcia. El culto del Dios Sol tuvo mucho éxito en Egipto, convirtiéndose en la más importante forma de adoración y culto oficial durante cerca de veinte siglos.
Las deidades suelen estar vinculadas a los fenómenos de la naturaleza, y, dependiendo de la luz en el cultivo de los alimentos, los antiguos egipcios atribuyeron a Ra una gran importancia.
Además de ser la deidad central del panteón egipcio, Ra es también un dios primordial y creador de los dioses y del orden divino, junto a su esposa, originaron la genealogía: Shu y Tefnut, Geb y Nut, Osiris, Seth, Isis y Neftis.
Con el tiempo, esta deidad se asoció con otros dioses como Horus, Sobek (Sobek-Ra), Amon (Amon-Ra) y Khnum (Khnum-Ra) y su existencia está estrechamente vinculada a la realeza, pues Ra habría vivido en Heliópolis y gobernó Egipto antes de las dinastías históricas, de los cuales los faraones serían sus descendientes.
Representación de Ra
Ra, el dios del sol fue representado comúnmente por el sol del mediodía y tenía el obelisco como una insignia, que fue considerado como un rayo de sol petrificado. En su forma animal, podría transmutarse en halcón, león, gato, o en el pájaro Bennu.
Tengamos en cuenta que el Dios Sol tuvo cuatro fases: la primera al nacer el sol, la segunda al mediodía, la tercera con la puesta del sol y la cuarta fase durante la noche. Sin embargo, la principal fase es la del mediodía, cuando es representado por un ave, comúnmente un halcón.
Ra y la Creación
Según la mitología egipcia, todas las formas de vida fueron creadas por Ra, al pronunciar sus nombres secretos.
Otras versiones también afirman que los seres humanos sido creados a partir de lágrimas y el sudor Ra, que había quedó tan agotado por el trabajo de la creación que le fue atribuida la función a su padre Nun (Océano Primordial, en las cosmogonías del Antiguo Egipto), que lloró y de sus lágrimas brotaron el hombre y la mujer.
El sincretismo de Ra
La ciudad de Lunu era el centro del culto de Ra, ubicada al norte del país. Más tarde, los griegos llamaron a esta ciudad como Heliópolis (Ciudad del sol) y allí reinaba el dios solar local, Atum, de ahí la fusión Atum-Ra.
Cabe mencionar que Heliópolis fue un gran centro comercial del Bajo Egipto y sus sacerdotes tuvieron un gran prestigio, lo que llevó a los faraones de Tebas adoptar a Amón como dios supremo.
Surge entonces una nueva fusión, esta vez llamado Amón-Ra, protector de los faraones. Así, el dios Amón se convirtió en una deidad importante del panteón, pues la superposición Amón-Ra significa, básicamente, culto al sol (Amón = culto; Ra = sol).
Otro sincretismo conocido es el de Ra y Horus, que se puede ver en las representaciones asociadas con un halcón, ya que, al ser descubierto con cabeza de halcón, se estableció una identidad con Horus, otro dios solar idolatrado en periodos más remotos en el Antiguo Egipto.