El colesterol es un compuesto orgánico del grupo de los alcoholes (secundario y monoinsaturado) cuya estructura química se muestra a continuación. Veamos que él es clasificado como siendo del grupo de los esteroides, que son compuestos que poseen diecisiete átomos de carbono dispuestos en cuatro anillos.
Formula del colesterol
El colesterol puede introducirse en el cuerpo por medio de alimentos como huevos, carne, crema y mantequilla. Y él también puede ser sintetizado por el propio cuerpo en las células, siendo su producción más acentuada en el hígado y el intestino.
El colesterol posee aspecto grasiento y, por tanto, no es soluble en agua. Pero, entonces, surge una duda: ¿Cómo consigue ser transportado de un tejido a otro por el plasma sanguíneo, que es un medio acuoso, cuando él es hidrófobo (con aversión al agua)?
Esto es porque él es transportado en forma de lipoproteínas plasmáticas, que son micelas esféricas. En la parte interna de esos agregados quedan el colesterol y los lípidos, que son partes que no se mezclan en agua; pero en la parte de la superficie quedan las proteínas, que poseen afinidad con el agua, esto es, son hidrófilas.
Representación de la organización de una lipoproteína
Dependiendo de la combinación formada entre el colesterol, lípidos y proteínas, es posible producir lipoproteínas del plasma de diferentes densidades, y los tipos más comunes son conocidos como colesterol bueno y colesterol malo.
Las lipoproteínas varían de tamaño y composición
El colesterol bueno es en realidad el HDL, que es una lipoproteína de alta densidad (entre 1.063 y 1,210 g/mL), con cerca de 2% por masa en colesterol libre. Se llama colesterol bueno debido a que altos niveles de él en el cuerpo están asociados con un menor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón.
El HDL transporta el colesterol de la sangre al hígado, donde es reciclado o eliminado. En esta parte, el colesterol es esencial para la formación de la bilis, que es producida por el hígado y que tiene la función de digerir grasas dietéticas por saponificación y evitar la putrefacción del bolo alimentario.
Ya el colesterol malo es el LDL, una lipoproteína de baja densidad (entre 1.006 y 1,063 g/mL), con un 8% por masa en colesterol libre. El LDL transporta el colesterol a las células periféricas. Su exceso produce aterosclerosis, que significa que ese colesterol se depositará en placas en las paredes del interior de las arterias, engrosando y enrigideciendo. Con el tiempo, el flujo sanguíneo en esas arterias será obstruido.
Por lo tanto, es esencial tener cuidado con la fuente de alimentación y disminuir el consumo de grasas saturadas en carnes, productos lácteos, huevos y otros alimentos de origen animal. Otro agravante es llevar una vida sedentaria y sobrepeso. Los niveles de colesterol considerados normales son 150 a 200 mg/100 mL de sangre. Si los valores son alrededor de 300 mg/100 mL de sangre, significa que está habiendo la formación de estos depósitos de colesterol en las paredes arteriales.
En la arterioesclerosis, el flujo sanguíneo que pasa a través de la arteria queda obstruido
Sin embargo, este colesterol es esencial para el cuerpo humano, ya que se utiliza, por ejemplo, para la síntesis de la membrana celular y es el precursor de las hormonas esteroideas, incluyendo las hormonas sexuales y la vitamina D.