Un potencia o exponente es el resultado natural de la multiplicación de un número asignado por sí mismo durante un número determinado de veces, es decir, una forma de representar multiplicaciones sucesivas de un solo factor, repetido durante un determinado número de veces. Se trata de un número que se multiplica por sí mismo tantas veces como se indique en la elevación.
Por ejemplo, si vamos a multiplicar el número 3 por sí mismo durante dos veces sería igual a: [3²=3×3=9]. La potencia se leería como “3 elevado a 2” o simplemente “3 elevado al cuadrado”. Si fueramos a multiplicar el número 4 por sí mismo durante tres veces sería igual a: [4³=4x4x4=64]. Esta potencia se llamaría como “4 elevado a 3” o “4 al cubo”.
El número que se multiplica por sí mismo recibe el nombre de base de potencia. En cuanto al número que nos señala el número de veces que la base se multiplica por sí mismo se le conoce como exponente. En el caso anterior de “3 elevado a 2”, “3” sería la base de la potencia y “2” el exponente.
Cualquier número elevado a “2” acostumbra a ser llamado “al cuadrado” por analogía con el cálculo de área de un cuadrado de lado a lado que es a l x l = l 2. De forma similar sucede con la elevación a “3” que suele leerse como “al cubo” por analogía con el cálculo del volumen de un cubo.