Qué es un corsario

También conocido como piratas, los corsarios fueron hombres que se dedicaban al robo de los buques de carga. Fueron financiados por los gobiernos que querían causar pérdidas económicas a las naciones enemigas.

El período en el cual la acción de estos corsarios fue más efectiva se produjo entre los siglos XV y XVIII.

Los corsarios estaban viviendo fuera de la ley, llevando a cabo robos y tráfico ilegal de mercancías. Eran organizados y solían dar preferencia por el botín de embarcaciones cargadas de metales preciosos.

El corsario se distingue del pirata, que actúa sin el apoyo de un gobierno, o del bucanero, que ataca las ciudades generalmente costeras e islas, rara vez entrando en combate con otros buques. Además, el pirata responde al capitán de su nave, mientras que el corsario es subordinado a un rey o gobernador. La práctica del corso precedió la creación de la marina nacional.

Además de la comisión, los corsarios actuaron bajo sanción oficial, es decir, fueron apoyados por sus patrocinadores y contaron con protección de su fuerza naval, además de tener una parte de aquello que decomisaban.

Algunos historiadores consideran a piratas y corsarios como similares porque ambos realizaron prácticamente la misma actividad depredadora.

Uno de los más famosos corsarios fueron el almirante británico Henry Morgan, quien peleó al lado de Inglaterra contra España entre 1660 y 1670 y era considerado más brutal que muchos piratas contemporáneos. Como prueba de ello, los informes afirman que una vez ordenó que una ciudad entera española fuese masacrada y quemada al suelo después de la captura. Su comportamiento violaba las negociaciones de paz que los dos países estaban discutiendo, casi poniéndolos de nuevo en guerra, pero Morgan nunca fue condenada por la piratería, porque estaba actuando en nombre del gobierno británico.

En medio de períodos de crisis, las naciones a veces ofrecieron amnistía para los piratas. Por un precio, el pirata podría convertirse en corsario y garantizar su inmunidad en relación con la marina del país contratante. Algunos de los corsarios y piratas convertidos, sin embargo, atacaron a las naves de la misma bandera, o incluso embarcaciones neutrales, causando la anulación de sus derechos.

El continente americano sufrió la embestida de los corsarios en el siglo XVI. La creación del sistema de capitanías hereditarias de la corte portuguesa, tenía como uno de los objetivos principales evitar el ataque de los corsarios en el litoral americano.

La práctica del corso fue extinguida en el siglo XIX, con el fortalecimiento de las naciones. El Tratado de París (1856) puso fin oficialmente a esta práctica ilegal. Así, la práctica del corso fue abolida por la declaración de París de 1856, que sin embargo, no obtuvo el apoyo de los Estados Unidos, España, México y Venezuela. La Conferencia de la Haya de 1907 prescribe las condiciones bajo las cuales se puede convertir un barco mercante privado para fines militares, y la Conferencia de la Haya de 1922 a 1923, destinada a formular la regulación del uso de aeronaves y de radio en tiempo de guerra anexando una declaración conjunta contra el uso de corsarios en la guerra aérea.