La literatura, como expresión artística, tiene como fin recrear la realidad a través de los ojos de un autor en particular (el artista), con base en sus sentimientos, sus opiniones y sus técnicas narrativas. Lo que distingue a la literatura de otras manifestaciones es la materia prima: la palabra que transforma el lenguaje utilizado y sus medios de expresión. Sin embargo, uno no puede pensar ingenuamente que la literatura es un “texto”, publicado en un “libro”, porque sabemos que no todo el texto y no todos los libros publicados son de carácter literario.
Entonces, ¿cuál sería la característica que definiría un texto literario de otro que no lo es? Esa cuestión tiene como respuesta un debate abierto, pues no existe un criterio formal para definir la literatura, salvo por su materia prima y el medio de divulgación. Un texto literario puede entenderse como la función poética del lenguaje que ocurre tanto en prosa como en verso. Son textos cargados de significado, constructivo o imaginario, que enfatiza no solo en el aspecto formal y significativo, sino también en su contenido.
¿Qué es la literatura? Es ante todo una cuestión histórica. Lo que entendemos hoy por literatura no tiene la misma concepción que en el pasado. Cuando en Europa empezó el desarrollo de novelas y periódicos, con una mayor divulgación del género, el significado popular cambió con su historia. Si antes las bellas letras eran compuestas en verso y seguían unas pautas formales con criterios establecidos desde épocas anteriores, ahora, con la llegada de la novela, la manera de asimilar la literatura fue modificada y nuevos géneros textuales fueron ganando espacio. Ejemplo de ello es que, en el siglo XX, hubo atribución de algunos géneros considerados menores, como cartas, biografías y diarios a la asignación literaria.
Uno de los primeros registros que se tienen sobre el tema se debe a Aristóteles, filósofo griego que vivió entre los años 384 y 322 a.C. Aristóteles desarrolló un conjunto de anotaciones para explorar las formas del arte y la literatura de su tiempo. Para ello, el pensador desarrolló la teoría de que la poesía (excelencia literaria de la época) era técnica unida a mimesis (imitación), distinguiendo los dos principales géneros trágicos y épicos del cómico y satírico y, finalmente, del lírico. Según el filósofo, lo que difiere el arte literario, representado por la poesía, de los textos de investigación en prosa es la calidad universal que la imitación permite. Al imitar lo que es diferente (épico y tragedia), lo que es inferior (comedia y sátira) y lo que está próximo (lírico), el artista crea ‘fictio’ (ficción) inventando historias genéricas aunque verosímiles.
Los escritos de Aristóteles se cuestionan hoy en día, ya que la literatura ha evolucionado sin precedentes en los últimos siglos, aceptándose el desarrollo de nuevos géneros y presenciando nuevos medios de carácter literario como Internet. Todos esos factores acaban diluyendo la definición tradicional de literatura y desarrollando nuevas atribución a lo largo de su desarrollo y recepción.
