Responsabilidad ambiental es un conjunto de actitudes, individuales o corporativas, orientadas al desarrollo sostenible del planeta. Es decir, tales actitudes deben tener en cuenta el crecimiento económico ajustado a la protección ambiental en la actualidad y para las generaciones futuras, garantizando la sostenibilidad del planeta.
Ejemplos de acciones que implican responsabilidad ambiental
- Realizar el reciclaje de basura (residuos sólidos).
- No desechar aceite para cocinar en el sistema de alcantarillado.
- Utilizar el agua de forma racional, ahorrando siempre que sea posible.
- Tratar de consumir productos con certificación ambiental y de las empresas que respetan el medio ambiente en sus procesos de producción.
- Utilizar el transporte individual (automóviles y motocicletas) sólo cuando sea necesario, dando prioridad al transporte público o bicicleta.
- Comprar y usar aparatos con bajo consumo de energía.
- Ahorrar electricidad en las tareas diarias del hogar.
- Evitar el uso de bolsas de plástico en los supermercados.
Ejemplos de acciones que implican la responsabilidad ambiental empresarial
- Creación e implementación de un sistema de gestión medioambiental en la empresa.
- Tratamiento y reutilización de las aguas dentro del proceso de producción.
- Creación de productos que causan el mínimo impacto ambiental.
- Dar prioridad a la utilización de sistemas de transporte no contaminantes o con poca emisión de contaminantes. Ejemplos: transporte ferroviario y marítimo.
- Crear sistemas dentro de la empresa de reciclaje de residuos sólidos.
- Capacitar e informar a los empleados acerca de la importancia de la sostenibilidad.
- Dar preferencia a la compra de materias primas de las compañías que también siguen los principios de responsabilidad ambiental.
- Dar preferencia, siempre que sea posible, para el uso de fuentes de energía limpia y renovable en el proceso de producción.
- Nunca tomar acciones que puedan causar daños al medio ambiente como, por ejemplo, la contaminación de los ríos y la deforestación.