La fecundación es la unión de los gametos masculino (espermatozoide) y femenino (óvulo), que se traduce en la formación de la célula huevo, cigota o cigoto – la primera célula de un nuevo ser.
Tipos de fertilización
- 1) Fecundación interna: ocurre en el cuerpo de individuo que produce óvulos.
- 2) Fecundación externa: se produce fuera del cuerpo, en el medio.
- 3) Fecundación cruzada: en este tipo, los gametos son originarios de dos individuos diferentes, que pueden tener sexos diferentes o no; es la única forma posible de fecundación en especies de sexos separados.
- 4) Fecundación humana: los espermatozoides (células reproductoras masculinas) penetran la vagina, siguen hacia el útero y de él hasta las trompas uterinas, alcanzando el óvulo (gameto femenino).
En la fecundación, llegan al óvulo unos 300 millones de espermatozoides, pero sólo uno puede penetrar y cambiar su material genético con el gameto femenino, dando origen al cigoto. Esta nueva célula tiene 46 cromosomas, 23 del padre y 23 de la madre.
El sexo de un individuo se define en la fertilización por los cromosomas X o Y. Las mujeres poseen dos cromosomas X (XX) y los hombres, uno X y el otro Y (XY).
Si el espermatozoide que contiene el cromosoma X fecunda el óvulo (X), el embrión será de sexo femenino (XX). Si el espermatozoide con cromosoma Y fecunda el óvulo (X) el embrión será de sexo masculino (XY).
La fecundación estimula la producción de gonadotropina coriónica humana (HCG), una glicoproteína liberada por el cuerpo lúteo (estructura formada desde el folículo ovárico) que impide que la mujer tenga nuevas ovulaciones y menstruaciones.
A través de los análisis de HCG en la sangre o la orina es posible detectar embarazo con casi un 100% de precisión.
