Presbiterianismo, forma de gobierno dentro de una Iglesia y tradición teológica específico de los movimientos presbiteriano y reformado. Las Iglesias integradas en esta tradición forman uno de los cuatro conjuntos destacados que evolucionaron desde la Reforma protestante (movimiento religioso) del siglo XVI (éstos eran el luterano, el anabaptista, el anglicano y el presbiteriano reformado).
Organización eclesiástica
El término presbiteriano viene del griego presbyteros (‘anciano’). El gobierno por los mayores singulariza la organización de las Iglesias presbiteriana y reformada.
La estructura de un sistema presbiteriano se denomina mixta, ya que combina elementos democráticos y jerárquicos. El poder está equilibrado entre los clérigos y los laicos, y entre las congregaciones y los cuerpos mayores de gobierno eclesiástico. A pesar de que la estructura del sistema presbiteriano varía, en líneas generales consiste en sucesivas entidades o tribunales eclesiásticos. Cada congregación se conduce por una entidad llamada sesión o consistorio. Se constituye del pastor y de los ancianos, que son representantes escogidos por los miembros de la congregación. Las congregaciones se integran en un presbiterio que coordina y toma la decisión de sus actividades en un área geográfica específica. Los miembros del presbiterio son todos los pastores y todos los ancianos de la agrupación de las congregaciones que comprenda.
El derecho de dictaminar sacerdotes se encuentra en el presbiterio, y contrasta con el sistema episcopal en el que son los obispos los que tienen esa facultad. En un sentido amplio, el presbiterio funciona como un obispo comunal y ejerce su autoridad pastoral y judicial sobre sus iglesias.
Los presbiterios se integran en sínodos que son unidades geográficas aún mayores, y en una asamblea o sínodo general que representa a toda la Iglesia. Estas fundaciones siguen estando regidas por sus mayores clérigos y laicos escogidos como representantes de la comunidad.
