La capa de ozono es una zona de la estratosfera (altas capas de la atmósfera, de 25 a 35 km de altitud) que tiene una alta concentración de ozono. Esta capa frágil de gas actúa como una especie de escudo protector para el planeta Tierra, porque absorbe el 98% de la radiación ultravioleta de alta frecuencia emitida por el sol. Sin esta capa, la vida humana en nuestro planeta sería prácticamente inviable.
El agujero en la capa de ozono
En 1983, los investigadores hicieron un descubrimiento que generó mucha preocupación: había un agujero en la capa de ozono en la estratosfera sobre el territorio Antártico. Este agujero fue de grandes proporciones, porque tenía unos 10 millones de kilómetros cuadrados. En la década de 1980 fueron encontrados otros agujeros de una proporción más baja en varios puntos en la estratosfera. Con el tiempo, estos agujeros fueron creciendo (sobre todo en región antártica) y en septiembre de 1992 llegó a la escala de 24,9 millones de kilómetros cuadrados.
Causas del agujero en la capa de ozono
La causa principal es la reacción química de los CFC (clorofluorocarbonos) con el ozono. Estos CFC están presentes principalmente en aerosoles, aire acondicionado, refrigeradores a gas, espumas plásticas y solventes. Los CFC entran en proceso de descomposición en la estratosfera, a través de la acción de los rayos ultravioleta, rompiendo los enlaces del ozono y desencadenando la destrucción de las moléculas de ozono.
Consecuencias
La existencia de los agujeros en la capa de ozono es preocupante, porque no se absorbe la radiación, llegando al suelo. Así, puede provocar cáncer de piel en las personas, pues los rayos ultravioletas afectan al ADN de las células.
El agujero en la capa de ozono también tiene una ligera relación con el aumento del calentamiento global.
Protección de la capa de ozono
En la década de 1990, alarmados por la severidad del problema ambiental que aumentaba cada día, organismos internacionales, gobiernos e instituciones vinculadas al medio ambiente intentaron tomar medidas prácticas para prevenir el aumento del agujero en la capa de ozono.
Los CFC fueron prohibidos en varios países y su uso continuado gradualmente en otros. Con esto, hubo una caída en el crecimiento de los agujeros. En septiembre de 2011, el tamaño era de 26 millones de kilómetros cuadrados. Sigue siendo un problema, pero la tasa de crecimiento ha disminuido de manera brusca.
También el consumo de sustancias que provocan la destrucción de la capa de ozono se redujo considerablemente en todo el mundo. En 1992 fue de 690 mil toneladas, subiendo a unos 45 mil toneladas en 2011. Con la intensificación de la supervisión y la conciencia sobre el consumidor, este número se espera que caiga aún más. Según los científicos, la capa de ozono debe volver a la normalidad alrededor del 2050, si la reducción en el uso de los CFC continuase en el mismo nivel actual.
Curiosidad
El 16 de septiembre se celebra el Día Internacional para la Preservación de la Capa de Ozono. Este día fue proclamado en 1994 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
