Las pteridofitas (nombre científico Pteridophyta), conocidas generalmente como helechos constituyen un grupo vegetal con características peculiares. Surgió a partir del Siluriano (400ma), ocupando la región de transición entre el agua y la tierra. Evolucionaron a partir de helechos semejantes a clorofíceas (algas verdes) con tallos complejos, alternancia de generaciones y meristemas apicales. Fueron las primeras plantas terrestres en presentar vasos conductores de savia y estomas pese a no tener raíces verdaderas. Para resolver el problema de sustentación en tierra firme, cada célula desarrolló un rellene con lignina en sus paredes celulares, lo que permitió mayor resistencia. La primera planta, Rhynia, poseía metro y medio de altura y quedaba totalmente desprovista de hojas. Su tallo era subterráneo, del tipo rizoma, mostrando rizoides. Era compuesta por tallos cilíndricos en cuya extremidad se encontraba en el esporofito. Estos tallos poseían cutícula y estomas.
En cuanto al origen de las primeras plantas vasculares encontramos explicaciones que difieren de la simple evolución directa a partir de pteridofitas verdes. Se cree que este origen puede estar en simbiosis con helechos verdes y hongos (líquenes). El origen puede estar en parasitismo por hongos que rápidamente se transformó en mutualismo y terminó por una adquisición por parte de la planta huésped del genoma del hongo. Así las plantas vasculares evolucionaron con las varias contribuciones del genoma del hongo que llevó a la especialización de diversas células.
El cuerpo del vegetal sería, entonces, un mosaico donde serían encontradas varias células de pteridofitas y hongos añadidos de varias formas intermedias. W.F. Lamboy, desarrolló un modelo donde afirma que algunas evoluciones que ocurrieron en las angiospermas fueron consecuencias de transferencia de genes de hongos parasitarios o simbióticos para sus plantas huésped. La posibilidad de ser un parasito pasa a formar parte del organismo huésped como ya fue comprobado en laboratorio por K.W. Jeon y M.S. Jeon en 1989. Trabajando con Amoebae proteus, una ameba y Tetrahymena, una bacteria, ellos comprobaron que la endosimbiosis que se inició con parasitismo se transformó en un componente citoplasmático importante en un periodo corto de tiempo (5 años).
Si tenemos en cuenta que la evolución puede ser un proceso relativamente lento, la posibilidad de aparición de estas relaciones y por consiguiente, las variaciones al respecto son realmente fantásticas. Los primeros representantes de los helechos se han originado en el Devoniano. Son vegetales criptógamos vasculares y cormófitas. Traduciendo esto quiere decir: son vegetales que no presentan flores, poseen vasos conductores de savia y el aparato vegetativo con raíz, tallo y hojas bien desarrolladas. Así como las briofitas presentan generaciones alternantes, mientras que la fase duradera es representada por el esporofito y la fase transitoria es representada por el gametofito que recibe el nombre de prótalo, haploide.
