La prostitución infantil es un mal presente y tabú que afecta a todos los países, incluso los más desarrollados. El perfil de su consumidor es un sujeto que a menudo sufre enfermedades o trastornos mentales. A menudo relacionado con el crimen organizado, este tipo de mercado ilegal busca atraer a los niños y jóvenes para incursionar en esta actividad ilícita.La prostitución infantil se trata de una realidad social que puede ocurrir en diferentes circunstancias como pueden ser:
1) Cuando un niño o adolescente se prostituye en las calles de cualquier ciudad en busca de dinero. El niño toma este punto de vista cuando es abusado o tratando con violencia en el hogar y decide huir. Para escapar, busca ayuda de terceros y hace cualquier acto para estar alejado de casa y de su familia, sometiéndose a cualquier tipo de servicio. Desde entonces, inician la vida sexual y posteriormente se vuelven esclavos del sexo usando el dinero como un medio de poder acceder a diferentes necesidades (comida, ropa y droga). Por lo general son reclutados por proxenetas que se quedan en la organización aunque hay casos de menores que son independientes y permanecen en un lugar para vender su cuerpo.
2) Cuando un conocido o familiar utiliza a un niño para obtener placer propio. Para animar al niño comienza con el toque físico con el único propósito de utilizarlo como un objeto de placer. Los niños agresivos, con dolor en los genitales, con lesiones físicas o sexuales, con preocupación por temas sexuales o con inflamación y/o sangrado deben ser examinados cuidadosamente pues son los síntomas propios que un niño o adolescente puede presentar en caso de abusos sexuales.
La prostitución infantil es un delito de orden público, es decir, puede ser denunciado por cualquier persona que vio o fue testigo de este hecho. En la defensa de sus derechos, existen diversas instituciones responsables de su defensa y protección, tales como Somos Uno (ONG), Acción Contra Pornografía Infantil (ACPI) y Ámbar-CPI.
