La primera parte de la frase que expresa el principio de no contradicción es: “Es imposible ser y no ser” y fue propuesta por el filósofo griego Parménides (540-470 a.C). Más de un siglo más tarde, Aristóteles (384-322 a.C), matizó la proposición de Parménides, al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto y formalizó los orígenes de la lógica.
La función que asigna Aristóteles es la siguiente: “Una cosa es una cosa, otra cosa es otra cosa”. Así, por ejemplo, una silla puede ser completamente azul pero no es amarilla, ella hasta puede volverse amarilla, si es teñida, pero no puede ser totalmente azul y totalmente amarillo al mismo tiempo.
