El arte rupestre es entendido como el amplio conjunto de dibujos, pinturas e inscripciones hechas por el hombre prehistórico. Por lo general, este tipo de expresión artística aparece dentro de cuevas y otras superficies rocosas reflejando la presencia humana desde hace milenios. Incluso hoy en día, muchos expertos sostienen que las pinturas rupestres pueden ser valoradas como una forma de arte dado su valor histórico.
Aunque es difícil de resolver esta controversia, no podemos negar que el arte rupestre es una fuente importante de información que nos dice acerca del tiempo y las costumbres de algunos grupos humanos. Para algunos estudiosos, el desarrollo de este tipo de eventos está directamente vinculado con el proceso de dominación del fuego. El control de este elemento natural permite la comodidad y seguridad necesarias para el surgimiento posterior de los procesos de comunicación más complejos, como la palabra y el arte.
En general, podemos ver que el arte rupestre tiene motivos naturalistas de función, donde tenemos la presencia constante de los seres humanos y animales. Los hombres de las cavernas suelen estar representados de forma aislada o haciendo algún tipo de acción colectiva, como el tiempo dedicado a la caza, el nacimiento de un niño o una relación sexual. Entre los animales, tenemos el predominio de aquellos que eran parte de su alimento o invadían alguna zona poblada por los hombres.
En un principio, este tipo de expresión artística aparece como una clara intención de que el hombre quería registrar, de alguna manera, las situaciones que fueron parte de su rutina. Sin embargo, algunas investigaciones muestran curiosamente que los lugares de producción del arte rupestre no eran cercanos a sus aldeas o moradas. Por lo tanto, se puede deducir que el hombre prehistórico se ha enfrentado a este tipo de actividad como algo con un lugar especial y significado.
A pesar de esta lectura posible, hay que destacar que la interpretación del arte rupestre está llena de problemas y limitaciones. Pero esto no implica que el hombre prehistórico carecía de todo sentido estético. Al representar a un animal o a un vecino, el autor explora los elementos de la proporción y el tono tratando de dar relevancia a lo importante en su visión particular.
Al mismo tiempo, debemos mencionar que el arte rupestre no se limita a registrar todos los días o las marcas de una situación rutinaria. Muchas pinturas descubiertas en cavernas escondidas y regiones poco pobladas señalan que esta manifestación artística formaba parte de los rituales funerarios y religiosos durante la prehistoria. Al mismo tiempo, la presencia de formas geométricas (círculos, cruces, puntos y espirales) muestra otra faceta de este arte complejo y misterioso para la era moderna.