Entre las prácticas que más consumen agua, vale la pena destacar la agricultura en países en desarrollo y emergentes, así como la industria en los países desarrollados.
La cuestión del agua (o quizás, la falta de ella) viene aglutinando en torno a sí una serie de debates y discusiones al respecto de sus varios factores, como su reaprovechamiento, sus formas de uso, su disponibilidad, entre otros. Siendo así, uno de los temas de mayor necesidad de entendimiento es el conjunto de actividades y prácticas que más consumen agua,
Muchas personas – y eso incluye a la mayor parte de la prensa de hoy – acreditan los problemas de falta de agua a los excesos cometidos por la población en el uso doméstico, afirmación que, sin embargo, no resiste a un análisis más criterioso. Es claro que la población debe siempre esforzarse para economizar agua, pero ella, por sí sola, no hará mucha diferencia si no viene acompañada de otras actividades socio-espaciales.
De acuerdo con la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO), en términos de media mundial, la actividad que consume más agua es la agricultura, que representa el 70% de toda el agua utilizada. En segundo lugar, la industria es responsable por el consumo de un 22%. Finalmente viene el uso de agua doméstico y comercial, lo que equivale a sólo el 8%. Esto significa que, para ahorrar dinero, también es necesario la participación de las actividades económicas en el campo y las fábricas.
También de acuerdo con la FAO, teniendo en cuenta los ingresos de los países, estas tasas cambian. Si tenemos en cuenta sólo los países subdesarrollados y en desarrollo – la mayoría de las cuales son predominantemente agraria – 82% del consumo de agua se lleva a cabo por la agricultura. El 18% restante se divide entre el uso industrial, comercial y residencial.
Por otro lado, en los países desarrollados, es la industria quien ocupa la mayor parte del consumo, debido a la mayor presencia los bastiones industriales en la zona geográfica de estos territorios. Así, más del 50% del uso del agua se lleva a cabo por las fábricas y líneas de producción, mientras que el resto está ocupado por la población – que también consume más en esos países – y para la práctica rural.
Esto significa que las prácticas agrícolas y también la fabricación necesitan con urgencia de tomar medidas para reducir su consumo a unos márgenes aceptables, de manera que afecte en absoluto a la producción y así no perjudicar la economía de la región.
Sin embargo, estas cifras deben ser responsables de cambiar la mentalidad de la gente, después de todo, todos tenemos que hacer nuestra parte y tomar medidas para ahorrar agua, previniendo el desperdicio en la vida diaria. Recuerda que los datos anteriores son datos porcentuales proporcionales, por lo que una pequeña parte de ella asciende a miles y miles de litros de agua.