Las cosquillas son respuestas rápidas a situaciones de peligro que el hombre adquirió para defenderse. Son así, reacciones de pánico. Los neurólogos consideran que pueden ser una respuesta primitiva del ser humano, existente desde nuestros antepasados. Esa especie de instinto divertido serviría como una alerta para el cuerpo, estimulando reacciones de defensa frente al peligro como, por ejemplo, una araña o un escorpión recorriendo el cuerpo de la persona. Cuando algún insecto intentaba escalar las piernas del hombre antiguamente, eran las cosquillas las que activaban el sentido del ser humano para ahuyentar al ser vivo. Además, las cosquillas pueden producirse como manifestación de cariño entre algunas especies animales, como los monos.
Las personas que tienen una percepción más aguda del cuerpo humano normalmente son más sensibles a las cosquillas. No es posible realizarse a uno mismo (a propósito) cosquillas debido a que el cerebro predice los movimientos antes de que sucedan, no provocando la sensación de peligro y pánico que instan las cosquillas. Cuando alguien nos toca, el cuerpo reacciona, permaneciendo en estado de tensión. Pero, cuando nos tocamos nuestro propio cuerpo, él no refleja ninguna reacción defensiva.
Áreas del cuerpo con mayor número de receptores táctiles son las más sensibles. Nuestra piel tiene abundancia de receptores táctiles, es decir, terminaciones nerviosas responsables no solo de la captación del estímulo de las cosquillas sino también de sensaciones de dolor, picadura, frío o calor.
Algunas zonas del cuerpo como las axilas o la planta de los pies, tienen una concentración mayor de esos receptores. Por eso, resultan ser regiones más sensibles a las cosquillas. Entre las ya mencionadas podemos indicar también la nuca, la palma de las manos, la palma de los pies, el abdomen, la nuca, las orejas y la ingle.
Dependiendo de la forma y cómo la piel es tocada en estas regiones, los receptores captan el estímulo y lo transforman en un impulso nervioso. Recorriendo haces nerviosos (vías de sensibilidad táctil) ese impulso llega hasta el cerebro donde son reconocidos por una región del córtex. La respuesta inmediata es una orden que hace que la persona realice movimientos bruscos del cuerpo y risas. Son las cosquillas.
