La torre inclinada de Pisa, edificio construido en 1173 o 1174 y diseñado para albergar la campana de la Catedral de Pisa, en Italia, es muy famosa en todo el mundo porque se inclina ligeramente, dando la impresión de que está a punto de caer. Su desarrollo se llevó a cabo durante cerca de 200 años, entre 1173 y 1372.
Lo que muchos no saben es que esa pendiente no fue deliberada. Cuando la torre comenzó a ser construida, los cimientos comenzaron a doblarse ligeramente en la construcción de la tercera planta en 1178. Para corregir esto, las ingenieros construyeron pisos ligeramente mayores del lado más bajo, lo que de nada sirvió; al contrario, hizo aumentar la inestabilidad de la edificación. Lo que provocó la inclinación fue el hecho de la torre haber sido construida sobre un suelo de tipo esponjoso.
La impresión de que la torre de Pisa está cayendo puede ser verdadera: su inclinación llega a 3,97 grados y aumenta en un promedio de 20 mm por año. Los geólogos dicen que si no se toman las medidas adecuadas, la torre puede desmoronarse en los próximos años.
