¿Quién nunca enunció la expresión ‘¡Salud!’ a alguien que acabó de estornudar? La costumbre, hecha casi de manera automática por algunas personas, es una realidad en la mayor parte del mundo. En España, es común decir ‘¡Jesús!’, en los países de lengua inglesa se dice algo como ‘Dios te bendiga’, y así sucesivamente según el lugar donde nos encontramos. En muchos países se utiliza la expresión ‘¡Salud!’ para evitar nombrar el uso del Señor Jesucristo según las creencias religiosas de cada persona.
Como sabemos, estornudo puede ser un síntoma de algunas enfermedades respiratorias. Pero, siguiendo la misma línea de razonamiento, ¿por qué no decimos ‘¡Salud!’ a una persona que acabó de toser?
De hecho, la costumbre es más antigua de lo que imaginamos. Aunque no se sabe exactamente quien creó tal expresión, se piensa que la práctica habría surgido a partir de antiguas supersticiones. Algunos creían que cuando una persona estornudaba su alma abandonaba su cuerpo, siendo necesario pronunciar ‘¡Salud!’ (o algo similar) para no ser tocado por algún espíritu maligno. Otros pensaban que, durante el instante del estornudo, el corazón dejaba de latir. De esta forma, la palabra funcionaría como una especie de cumplido hecho a la persona que habría regresado a la vida.