La política de las 3Rs es una de las posibles formas de promover la sostenibilidad del medio ambiente, reducir los desechos y conservar los recursos naturales.
La política de las 3Rs es un conjunto de medidas para promover la sostenibilidad y la preservación de los recursos naturales a través de tres acciones principales: reducir el consumo, reutilizar materiales consumidos y reciclar los residuos generados. Estas medidas se centran principalmente en la reducción de la generación de residuos sólidos y, consecuentemente, en la reducción de los impactos del exceso de basura.
Uno de los puntos principales de la política de las 3R es el orden de importancia de las actividades cuya prioridad obedece a la secuencia que se muestra arriba. Por lo tanto, lo más importante es la reducción, seguido de la reutilización y, solamente al final, el reciclaje.
Este conjunto de medidas se llevó a cabo por la Conferencia Nacional de Tierras, celebrada en 1992 en la ciudad de Río de Janeiro, y la aprobación del 5º Programa Europeo para el Medio Ambiente y el Desarrollo, que se celebró el año siguiente. Por lo tanto, se consideró que las 3R debe ser una prioridad en la agenda ambiental de los gobiernos y de las sociedades en general.
Como ya se ha mencionado, el primera y más importante paso que se debe adoptar es reducir el consumo. Esto significa contener la ola consumista de la sociedad, ya que cuanto mayor sea la compra de nuevos productos, más material se desecha en el presente y en el futuro, con la generación consecuente de más residuos. Por lo tanto, un consumo consciente de los problemas de la población y la lucha contra la obsolescencia programada, son algunas de las formas de promover esta medida.
Cuando hablamos de un consumo responsable, también hablamos de optar por productos que se utilizan constantemente, sin tener que llevarlos directamente a la basura. Por ejemplo: utilizar vasos de plástico en lugar de vasos desechables; preferir servilletas de tela en lugar de papel, entre otros.
En segundo lugar está el acto de reutilización, un procedimiento que debe ser adoptado por todos. Las botellas de plástico, cajas o cualquier otro material reutilizable, en lugar de ser desechado, pueden obtener nuevas utilidades, evitando la acumulación de residuos. Un ejemplo es el uso de envases para arreglos artesanales; el aprovechamiento de las botellas de plástico para el almacenamiento de agua o para otros fines; el uso de cajas de leche o de zumo para cambiar plantas, etc.
Por último, tenemos la práctica de reciclaje. A pesar de que es muy importante y necesario, es sólo el último paso que se adopta en la política de las 3R, ya que sin una reducción en la producción de residuos a través de los dos pasos anteriores, no existe un sistema de reciclaje que puede soportar toda la cantidad de residuos generados. La importancia del reciclaje está dada por la posibilidad de reciclar el material, reduciendo los residuos y, al mismo tiempo, el alivio de la demanda de más capacidades en la naturaleza.
Entre los diversos tipos de productos reciclables, podemos mencionar papel, plástico, aluminio, acero, entre otros. Hay algunos materiales que, sin embargo, son difíciles de ser reciclados, tales como leche o zumo en cajas de cartón, lo que implica una mezcla de papel, polietileno y aluminio, aunque el reciclaje, en este caso, aún es posible aunque dificultado.