Debido a la velocidad en que son producidos y descartados en la forma de embalajes y bolsas, los plásticos son muy perjudiciales para el medio ambiente.
Una alternativa para minimizar el impacto ambiental de los residuos de plástico es la producción de nuevos plásticos que son biodegradables, es decir, son degradados por microorganismos presentes en el ambiente, convirtiéndolos en sustancias simples, existentes naturalmente en nuestro entorno.
Varios intentos en este sentido fueron y están siendo realizados. Uno de ellos consiste en añadir almidón a los plásticos durante su producción. De esa forma, el almidón es degradado y restan fragmentos minúsculos de plástico, perjudicando menos el ambiente.
Otra alternativa intentada también para producir plástico biodegradable fue con la adición de sustancias fotosensibles, pues eso ayudaría al material plástico a descomponerse en presencia de luz solar.
Un plástico biodegradable que ha alcanzado cierta notoriedad es el polietileno obtenido a partir del alcohol etílico o etanol. Es llamado de plástico verde, pues no es derivado del petróleo sino de una fuente renovable. El etanol pasa por un proceso de deshidratación intramolecular, produciendo el eteno que, por medio de su polimerización, forma el polietileno. Este tipo de plástico es producido a partir de la caña de azúcar.
Otros casos exitosos son el polímero de poliuretano obtenido a partir del aceite de ricino y el PHB (polihidroxibutirato) obtenido a partir del bagazo de la caña de azúcar. El aceite de ricino posee composición de 89% del triglicérido del ácido ricinoleico o ácido 12-hidroxi-9-cis-octadecenóico (molécula representada debajo), que es considerado un poliol poliéster natural, trifuncional.
Triglicéridos de ácido ricinoleico
El PHB es producido por la acción de las bacterias que se alimentan de bagazo de caña de azúcar y forman el polímero dentro de sí mismo. Puede utilizarse en la fabricación de ollas, cucharas y bolsas de plástico, entre otros.
Desafortunadamente, la producción de plásticos biodegradables se enfrenta a varios desafíos, como el hecho de que ellos no han alcanzado aún la versatilidad de los plásticos comunes y resultar más costosos.
Pero la investigación continúa y las presiones por parte de la población pueden reducir el uso de plástico normal, obligando a las industrias a hacer plásticos biodegradables en el mercado. Tenemos que seguir buscando maneras de vivir en mayor armonía con el medio ambiente. Sin embargo, mientras no ocurre esto, debemos hacer nuestra parte realizando procesos de filtración y separación, no solamente de los plásticos, sino también de vidrios, metales, papeles, pilas, baterías, entre otros, para así encaminarlos a la mejor alternativa actual para el problema de la contaminación causada por la basura: el reciclaje.