Los hábitats de plantas xerófitas son generalmente los desiertos donde hay relativamente poca vegetación y la disponibilidad de luz rara vez limita el crecimiento de plantas xerófilas. Sin embargo, su desarrollo está limitado por la falta de agua. Se adaptan para perder poca agua acumulada. Sus hojas tienen una o más de las siguientes modificaciones que ayudan a conservar el agua. La xerófila tiene pequeñas hojas con capas celulares esponjosas o empalizadas. Estas hojas están muchas veces modificadas para almacenar agua y generalmente presentan muy pocos espacios intercelulares.
Plantas como la Artemisia, que viven en zonas estacionalmente secas, presentan hojas relativamente largas durante la estación lluviosa, pero cuando la estación seca regresa las hojas son sustituidas por otras hojas más pequeñas. Algunas plantas durante la estación seca pierden completamente todas las hojas.
Las xerófitas tienen una epidermis consistente en células de pared celular espesa, numerosos estomas y una cutícula muy espesa. Por ejemplo, las hojas del algarrobo, que se desarrolla en zonas secas, disponen de una cutícula de diez veces más espesor que las hojas que se desarrollan en clima húmedo.
El gran número de estomas en las hojas de las xerófitas aumenta su tasa fotosintética en los raros periodos lluviosos.
Las xerófitas mantienen gran cantidad de tejidos de apoyo en sus hojas. La presión de turgencia ayuda al desarrollo de las hojas en la mayor parte de los medios. En virtud de la presión de turgencia no poder ser mantenida en las xerófitas, las hojas presentan gran cantidad de esclerénquima.
Este tipo de plantas pueden tener las hojas en forma de espinas, lo que representa una disminución considerable del área, por lo tanto, una menor pérdida de agua por evapotranspiración.
Los botánicos no creen que las modificaciones de las hojas se adapten para conservar agua. Muchos consideran estas alteraciones como adaptaciones a la luz intensa. Muchas adaptaciones xerofíticas pueden ser inducidas por bajas temperaturas y deficiencia de nutrientes. Por ejemplo, plantas a las que son proveídas solamente una pequeña cantidad de nitrógeno, muchas veces, desarrollan más características xerofíticas que las que resultan por privación de agua.
