Los planetas gaseosos son enormes planetas formados por grandes volúmenes de materiales gaseosos, con esta característica tenemos en el sistema solar a Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno.
Júpiter está en la condición de planeta más grande del sistema solar, tiene una variedad de colores formada a partir del gas y se constituye en un 85% de hidrógeno. En el universo hay una abundancia de este elemento y son los principales responsables de la formación de estrellas. Las capas de tierra se componen de hidrógeno y de helio líquido molecular. La atmósfera se formó con hidrógeno y helio gaseoso.
Saturno es uno de los principales planetas del sistema solar, sólo superado por Júpiter. Su principal característica es la presencia de anillos de brillantes, que son visibles desde la Tierra. El planeta en cuestión tiene un porcentaje significativo de hidrógeno en su composición, y una menor cantidad de helio. El interior tiene un núcleo lleno de hielo y rocas. A su alrededor es posible identificar una gran parte de la capa de hidrógeno metálico y otra capa con diferentes gases.
Urano es un planeta gaseoso, pero su núcleo está formado por hielo y rocas. Su atmósfera se basa en la unión de hidrógeno y helio, esta capa representa aproximadamente el 15% de la masa que forma el planeta.
Neptuno ha basado su formación en la composición elemental de roca fundida, agua, amoníaco líquido y metano, además de la adición de gases calientes que consisten en hidrógeno, helio, agua y metano, éste último es crucial para el color azul representantivo del planeta.