Con la excepción de la Luna y algunos asteroides, Venus es el astro más cercano a la Tierra (se aproxima a la Tierra hasta unos 40 millones de kilómetros).
Venus es el segundo planeta del Sistema Solar en base al orden de la distancia desde el Sol. Además, Venus es el cuerpo celeste más brillante que se observa desde la Tierra. La estrella Sirius, la más visible de nuestro firmamento, posee un brillo 15 veces inferior a Venus.
Distando 109 millones de kilómetros del Sol, Venus completa la vuelta en torno a él en 224,7 días, a una velocidad de 35 kilómetros por segundo, siguiendo una ruta prácticamente circular. Por esa razón, puede ser visto en la Tierra por la mañana y por la tarde. Al igual que la Luna, presenta diversas fases, volviéndose invisible cuando permanece entre la Tierra y el Sol. Su mayor brillo ocurre en la fase que correspondería a la luna nueva (novilunio o interlunio).
Siendo un planeta desprovisto de satélites, Venus tiene casi el mismo diámetro (12.104 kilómetros frente a 12.756), el volumen (9 frente a 10), y la densidad de masa (5 frente 5,552) de la Tierra. La gravedad de Venus equivale a un 88% de la de nuestro planeta.
El planeta Venus está cubierto de nubes, lo que dificulta su estudio desde la Tierra. La mayor parte del conocimiento sobre el planeta se ha obtenido a través del uso de vehículos especiales, más específicamente aquellos que descendieron a través de la atmósfera venusiana para examinar el planeta con sondas espaciales. La sonda Magallanes, enviada a Venus en 1989, comenzó a transmitir imagenes de radar del planeta en 1990.
Se piensa que Venus pudo albergar cantidades de agua similares a las de nuestro planeta. Sin embargo, toda ella fue hervida y evaporada definitivamente. La temperatura de la superficie es uniforme y alcanza 462 ° C. La atmósfera está compuesta casi completamente de dióxido de carbono (CO2), así como nitrógeno, argón, monóxido de carbono, dióxido de azufre y neón. Las nubes se forman principalmente de ácido sulfúrico concentrado. El agua y el vapor de agua son raros en Venus.
Venus gira muy lentamente sobre un eje en dirección contraria a la de la Tierra. Su superficie es básicamente una meseta plana, interrumpida por zonas montañosas. El radar a bordo de la nave Magallanes descubrió dos volcanes activos, grandes corrientes de lava solidificada y una gran cantidad de cráteres meteóricos.