La pintura rupestre es el más antiguo tipo de arte de la historia. También se conoce como pintura o grabado rupestre. Este tipo de arte se inició en el Paleolítico Superior. El arte rupestre se encuentra en todos los continentes con especial prevalencia sobre España y Francia.
El estudio del arte rupestre favoreció el conocimiento de los investigadores en relación a los hábitos de los pueblos antiguos y su cultura. Las materias primas utilizadas para la expresión artística de los pueblos antiguos fueron: piedras, huesos y la sangre de los animales. La sangre, así como extracto de hoja de árbol se utilizaron para teñir. Las siluetas de manos y pies, por lo tanto, deben ser las primeras manifestaciones artísticas.
Las principales obras fueron dibujos y pinturas, teniendo como pantalla las paredes y los techos de las cuevas. Estuvieron representados principalmente temas como la vida silvestre, líneas, círculos y espirales. Los seres humanos eran más representados en las situaciones de caza. Huesos, piedras y madera fueron utilizados en las esculturas.
La idea de que el arte rupestre es obra del hombre prehistórico fue aceptada por los expertos sólo en 1902.
En América, además del arte rupestre prehistórico, se encuentra el llamado pre-colombino fruto del trabajo de los aztecas, mayas e incas. Hay esculturas, pinturas y grandes templos construidos con piedras.
En América hay varios sitios de arte rupestre prehistórico. Existen investigadores que defienden la teoría de que el arte rupestre, en algunos países del continente, no serían obra de los indios, sino de griegos, vikingos y fenicios que hubieran pasado por el continente.
Los diseños de diferentes épocas sugieren rituales, escenas de relaciones íntimas, animales, escenas de lucha o representaciones geométricas. Estudios han apoyado la posibilidad de que algunos dibujos representan nociones básicas de astronomía.
El arte rupestre en América, a diferencia de lo que sucede en otros países, no se conserva adecuadamente. A pesar de que se trataba de un patrimonio prehistórico, los incendios, las acciones de las empresas mineras y las depredaciones típicas de turistas y vándalos han amenazado estas obras de valor incalculable.
