Pierre Menard, autor del Quijote es un cuento corto del escritor argentino Jorge Lis Borges insertado en el libro Ficciones.
Originalmente fue publicado en el Diario Sur en mayo de 1939. La versión oficial, en español, fue en la publicación del libro El jardín de senderos que se bifurcan que posteriormente fue incluido en la obra Ficciones en 1944.
Sinopsis
El cuento está escrito como si fuese una revisión o una crítica literaria sobre Pierre Menard, un escritor de ficciones del siglo XX y de nacionalidad francesa. Comienza con una breve introducción y una lista del trabajo de Menard.
Borges se centra en los esfuerzos de Menard en ir más allá de la mera traducción y relectura o revisión de Don Quijote, de Miguel de Cervantes, sumergiéndose profundamente en el trabajo de ser capaz de recrear el libro, línea por línea, de una manera igual al modelo del siglo XVII. Entonces Pierre Menard es frecuentemente usado para levantar cuestiones y discusiones sobre la naturaleza de la autoría, apropiación e interpretación.
Análisis
El cuento está escrito en forma de crítica literaria, pero a través de la ironía, humor y fantasía. Su narrador/revisor considera el Quijote de Mernard (línea por línea idéntico al original) mucho más rico en ficción que el Quijote de Cervantes, original dado que Mernard escribe sus conocimientos posteriormente a 1602. Cervantes, afirma el crítico, se entrega a la crítica a los toscos cuentos de caballería y la realidad provincial del país. Mientras Menard escribe distante del pasado, en Cervantes hay proximidad con las bandas de los gitanos, conquistadores y de los autos de fe. En este cuento, Borges anticipa la teoría posmoderna que da centralidad a la respuesta del escritor. Su nombre aparece en la cuestión de Jacques Derrida y responde en su ensayo de 1966 para el congreso internacional de Sociología y Filosofía de la lengua francesa:
‘En la Biblioteca de Babel, Borges contempla un efecto opuesto: la mejoría de un texto a través de su reproducción. En el patrón análogo del teorema de los infinitos monos, todos los textos se pasan en una vasta librería apenas porque completan la posibilidad aleatoria y eventual de la combinación de todas las letras’.
Ambas historias lidian con gran dificultad de crear significado, o tal vez encuentran o determinan el significado. En el caso del Quijote el sentido se encuentra sobre la respuesta del escritor y el contexto del trabajo en que el libro es escrito. En la Biblioteca de Babel es difícil encontrarse algún trabajo coherente pues la Biblioteca posee todos los trabajos posibles. Sin embargo, cualquier trabajo con sentido es aleatorio y no producido por la acción humana y, por tanto, drenado de sentido. En el caso del Quijote la acción humana de escribir y leer el trabajo confieren sentido.
Borges escribió la historia mientras se restablecía de una herida en la cabeza. Si el cuento es considerado como una obra de ficción, entonces fue el primero publicado bajo su propio nombre (Hombre de la Esquina Rosada fue publicado por el pseudónimo de H. Bustos). Como es común en su escritura, el cuento es rico en referencias y bromas sutiles. Su narrador/revisor es un católico ortodoxo que destaca que los lectores de una revista rival ‘son unos pocos calvinistas, sino masones y circuncisos’. De acuerdo con Emir Rodríguez Mongal y Alastair Reid, Menard es en parte ‘una caricatura de Stéphane Mallarmé y Paul Valéry o de Miguel de Inamuno y Enrique Larreta’.