El panorama actual de las familias ha cambiado en relación a la autoridad masculina y la responsabilidad del proveedor de los medios de vida y las decisiones de un círculo familiar. Este cambio en la configuración de la “jerarquía de la familia” se debe principalmente al elevado número de matrimonios rotos. Tradicionalmente, las madres solían asumir el cuidado de los hijos y con ello el “dominio” de la casa.
Otros factores que han provocado la disolución de la familia en el sentido tradicional, por ejemplo, es el porcentaje de nacimientos fuera del matrimonio. En los Estados Unidos, el número de niños que viven con sólo uno de los padres tienen un valor aproximado del 25% de la población, un dato que despierta interés sociológico. También hay un acentuado aumento en el número de personas que viven solas durante los últimos años, sin contar la fuerte expansión de matrimonios de personas del mismo sexo.
A partir de estas consideraciones, podemos ver una evolución en la configuración de las familias en las que ya no es el hombre el que está encabezando y dirigiendo a la familia y, aún más, en algunos países la familia jerárquica tradicional ha sido restringida a una minoría de la población total.
