El barroco fue una tendencia artística que se convirtió primero en las artes plásticas y luego se manifestó en la literatura, teatro y música. La cuna del barroco es la Italia del siglo XVII, pero su extensión se produjo en otros países europeos como Holanda, Bélgica, Francia y España. El barroco se mantuvo vivo en el mundo del arte hasta el siglo XVIII. En América Latina, el barroco entró en el siglo XVII, traído por los artistas que viajaban a Europa y permaneciendo activo hasta el final del siglo XVIII.
Contexto histórico
El barroco se desarrolla en el contexto histórico siguiente: después de proceso de reformas religiosas, acaecido en el siglo XVI, la iglesia católica había perdido mucho espacio e influencia. Todavía, los católicos siguieron dominando el escenario político, económico y religioso en Europa. El arte barroco surge en este contexto y expresa todo el contraste de este período: espiritualidad y teocentrismo de la edad media con el racionalismo y el antropocentrismo del renacimiento.
Los artistas barrocos fueron patrocinados por los monarcas, burgueses y clérigos. Los trabajos de pintura y escultura de este periodo son artificiosos, particulares y expresivos (exaltando las emociones de la vida y del ser humano).
La palabra barroco tiene un significado que representa bien las características de este estilo. Significa ‘perla irregular’ o ‘deformado’ y perla representa peyorativamente la idea de irregularidad.
El barroco tardío (siglo XVIII) se llama rococó y tiene algunas peculiaridades, aunque las principales características del barroco están presentes en esta etapa. En el rococó existe la presencia de curvas y muchos detalles decorativos (conchas, flores, hojas, ramas). Los temas relacionados con la mitología romana y griega, así como los hábitos de los tribunales también aparecen con frecuencia.
Barroco europeo
Las obras de los artistas barrocos europeos aprecian los colores, las sombras y luz y los contrastes. Destaca el claroscuro, una técnica pictórica basada en el uso de contrastes fuertes con artistas especializados como Caravaggio.
Las imágenes no son tan centralizadas como en el renacimiento y aparecen dinámicamente, valorando el movimiento. Los temas principales son: mitología, pasajes de la Biblia y la historia de la humanidad. Las escenas representadas son a menudo sobre la vida de la nobleza, la vida cotidiana de la burguesía, bodegones, entre otros. Muchos artistas barrocos se dedicaron a decorar las iglesias con esculturas y pinturas, utilizando la técnica de la perspectiva.
Las esculturas barrocas representan rostros humanos marcados por la emoción, especialmente el sufrimiento. Los trazos se retuercen, demostrando un movimiento exagerado. Predominan en las esculturas y relieves las curvas usando el color dorado.
El pintor italiano Tintoretto es considerado uno de los precursores del barroco en Europa porque muchas de sus obras presentan características barrocas tempranas, importantes.
Podemos citar como principales artistas del barroco: el español Velásquez, el italiano Caravaggio, los belgas Van Dyck y Frans Hals, los holandeses Rembrandt y Vermeer, y el flamenco Rubens.