Actualmente, las fuentes históricas que dan cuenta de los orígenes de Roma tienen un arsenal limitado de información. Del poco material disponible, se erige la hipótesis de que Roma se habría formado en medio de la alianza de los pueblos latinos y sabinos contra las invasiones etruscas. En contrapartida, el historiador romano Tito Livio, en su obra ‘Historia de Roma’, y el poeta Virgilio compartieron otro intento de explicación para el asunto, más integral del imaginario de la civilización, la leyenda de Rómulo y Remo.
Para ambos, el origen de Roma estaba vinculado con la legendaria destrucción que los griegos promovieron a la ciudad de Troya en el 1400 a.C. En esa época, el héroe Eneas – gracias a la protección de los dioses Júpiter y Venus – huyó a la región de la Península Itálica y allí fundó la ciudad de Lavinio (en latín Lavinium). Algún tiempo después, Ascanio, hijo de Eneas, llevó a cabo la Fundación del Reino de Alba Longa.
En el momento dado, la prosperidad alcanzada por el Reino de Alba Longa despertó la codicia del ambicioso Amulio, hermano menor del rey Numitor. Para asumir el trono en lugar de su hermano, Amulio organizó un golpe de Estado que le aseguró la posesión del trono de Alba Longa. Además para encarcelar a Numitor, el nuevo rey de Alba Longa confina a la princesa Rea Silva y la condena a la castidad. Observando la situación, el dios Júpiter desposó a la princesa prisionera, que quedó embarazada de los gemelos Rómulo y Remo.
El nacimiento de dos descendientes de Numitor pondría en peligro la hegemonía de Amulio bajo el Reino de Alba Longa. Así que, una vez que los niños nacieron, ordenó que ambos fueran arrojados en los rápidos del río Tíber. El plan de la muerte de los recién nacidos terminó no funcionando, porque ambos fueron encontrados en las orillas del río por una loba que ofreció su propia leche para los niños pequeños. Poco después, un campesino llamado Fáustulo y su esposa se encargaron de cuidar de Rómulo y Remo.
Cuando los hermanos habían alcanzado la edad adulta, el joven Remo fue detenido por el rey Amulio después de entrar en fricción con pastores, vecinos a su propiedad. Perturbado por la detención de su hijo, Fáustulo dijo a Rómulo que él y su hermano fueron los verdaderos descendientes del trono de Alba Longa. Rómulo enfurecido por la revelación de la verdad, fue al palacio, liberando a su hermano y abuelo Numitor y asesinando al rey.
Después de devolver la corona a su ascendente, los hermanos tuvieron permiso para establecer una nueva ciudad a orillas del río Tíber. Después de decidir la zona para ser ocupada, los mellizos se acercaron a las inmediaciones de los cerros Aventino y Palatino. Remo tomó la colina del Aventino después de observar seis buitres volando sobre su suerte. Poco más tarde, Rómulo fue nombrado como el bendecido de los dioses al haber observado doce aves próximas al monte Palatino.
Después de recibir la bendición distinguida de las deidades, Rómulo cavó un surco que delimitaba sus dominios de los de su hermano. Celoso por aquella situación, Remo desconsideró el marco creado por su hermano e invadió el territorio. Furioso por la actitud de Remo, Rómulo mató a su hermano y enterró su cuerpo en las tierras del monte Aventino.
Después del conflicto, Rómulo se convirtió en el primer rey de Roma y tomó varias medidas para que la nueva ciudad fuera poblada. Tras la llegada de algunos de los primeros habitantes, Rómulo entró en guerra contra Tito Tacio, rey de los sabinos, que por fin aceptó la unificación de los territorios que definirían los primeros límites de la ciudad de Roma.