Las informaciones reunidas sobre el origen del ser humano en tiempos prehistóricos son todavía escasas – teniendo en cuenta que el surgimiento de los primeros ancestros de la raza humana tuvieron lugar hace 3,5 a 4 millones de años. Sin embargo, el material reunido hasta hoy es suficiente para el conocimiento básico sobre la evolución del hombre y los periodos de la Prehistoria, que se organizan históricamente en tres fases:
Paleolítico (500.000 a.C. a 8.000 a.C.): también conocida como Edad de Piedra Lascada o Etapa Lítica. Dividido en Paleolítico Inferior (500.000 a.C. a 30.000 a.C.) y Paleolítico Superior (30.000 a.C. a 8.000 a.C.).
Neolítico (8.000 a.C. a 5.000 a.C.): también conocido como Nueva Edad de Piedra.
Edad de los Metales (5.000 a.C. a 4.000 a.C.): presenta tres subdivisiones (Edad de Cobre, Edad de Bronce, Edad de Hierro).
La evolución del género Homo
Australopithecus: antecesor del género Homo y más antiguo homínido conocido – se estima que apareció hace cerca de 3,9 millones de años. En cuanto a sus características físicas, poseía cráneo pequeño (y consecuentemente un cerebro menor), era bípedo y tenía postura erecta).
Homo Habilis: homínido que vivió hace alrededor de 2,5 millones de años. Al tener un cerebro mayor que el Australopithecus, era más habilidoso (principalmente con las manos) e inteligente. Fue el primero en producir herramientas para la caza, pues la carne era su principal alimento.
Homo Erectus: sucesor del Homo Habilis, que vivió hace alrededor de 1,8 millones de años a 300.000 años atrás, aproximadamente. Su cerebro y su tamaño se hicieron más grandes y sus logros también fueron importantes para la historia del Hombre. El Homo Erectus ‘descubrió’ el fuego y fue responsable de la migración fuera del continente africano.
Homo Sapiens: única especie del género Homo que no fue extinta. Surgió hace 200.000 años. Algunos historiadores creen que el Homo Neanderthalensis pertenece a ella y que habría coexistido con el Homo Sapiens moderno durante algún tiempo, por las semejanzas de comportamientos que ambos presentan. Tiene un cerebro altamente desarrollado, es capaz de resolver problemas usando la razón y se comunica con otros de la misma especie fácilmente (desarrolló la habilidad y el lenguaje).
El Hombre y el Mono
Charles Darwin nunca afirmó que el ser humano fuese descendiente del mono. Esa información equivocada circula socialmente por causa de una pequeña confusión de ideas: la Teoría de la Evolución, designada por Darwin, afirma que el ser humano y el resto de primates (incluyendo el mono) tienen un ancestro común, que no sería ni un homínido ni un mono, diferente a lo que muchas personas piensan. De aquel ancestro común surgieron varios géneros, donde se encuentra la principal diferencia entre el hombre y el mono: géneros diferentes.
Mientras el mono pertenece al género Macaca, el ser humano pertenece al género Homo. Por tanto, el Homo Sapiens no tiene una conexión directa con el mono en su evolución sino que son parientes muy lejanos.
